De esta forma se ha pronunciado Carcedo en un desayuno informativo con motivo del 30 aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, en el que ha impartido una conferencia y ha sido presentada por el presidente de UNICEF, Gustavo Suárez Pertierra.
Carcedo se ha referido así a las palabras del pasado lunes del presidente de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso de los Diputados, cuando consideró que “España debe devolver a sus países a todas aquellas personas que entren ilegalmente en el territorio».
La titular de Sanidad en funciones ha lamentado «profundamente» que «después de 40 años de recorrido de nuestra Constitución haya representantes de la ciudadanía en Cortes Generales que contravengan de forma tan flagrante los derechos fundamentales consagrados en la Carta Magna».
Ha mostrado su esperanza en que estas propuestas «que tienen como objetivo aislar a las personas, según su lugar de nacimiento, entre otras cuestiones, no tengan éxito». «Y que, lejos de producir contaminaciones en los discursos políticos del país, seamos capaces de aislarlos y ahogarlos en sí mismo, hay que autolimitarlos», ha apostillado.
«Hay un elefante en la habitación. Desde hace algún tiempo, algunos están propagando un discurso que asocia la inmigración, especialmente la de los menores, con la delincuencia», ha proseguido.
Además, se ha referido a la ley de protección integral de la Infancia y la Adolescencia y ha asegurado que “está lista”, por lo que ha insistido en pedir al nuevo Parlamento que tenga sensibilidad “suficiente” para aprobarla “ lo más pronto posible”.
Carcedo, que ha admitido que durante “demasiado tiempo» se ha ignorado «que la violencia infantil es un problema muy grave también en España”, ha recordado que el año pasado en este país cerca de 38.000 menores fueron víctimas de violencia y que la mitad de las víctimas de delitos contra la libertad sexual (casi un 48 %) tenían menos de 18 años.
Ha hecho hincapié también en que la mitad de las notificaciones de sospecha de maltrato se producen en la familia y que cuatro de cada diez menores perciben la escuela como un lugar inseguro.
Pero, según Carcedo, más grave aún es el hecho de que las denuncias “infraestiman” la gravedad del problema porque solo alrededor de una quinta parte de los abusos son denunciados.
“Muchos niños y niñas no saben cómo denunciar”, ha concluido la ministra.