lunes, abril 29, 2024
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Un tiempo nuevo

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La lentitud de la Justicia a la hora de sentenciar los casos de corrupción que afectan a los partidos, sargazo que crea en la opinión pública la idea de que los políticos gozan de impunidad, parece haber provocado la reacción de una parte de la ciudadanía. La respuesta sería un alto grado de desafección respecto de los dos grandes partidos que se han repartido el poder desde los tiempos de la Transición. A juzgar por lo que avizoran las encuestas que otean el panorama nacional, el PSOE va camino de encontrar su Némesis en Podemos mientras que la del PP sería Ciudadanos. Si las tendencias que apuntan los sondeos cristalizan en el nuevo Parlamento que se formará a principios del 2016, España habría dejado atrás un régimen bipartidista para abrirse a un sistema «multipartito» similar al italiano. Un reparto de poder que tiene como virtud la obligación de buscar consensos y forjar acuerdos y como defecto, la inestabilidad. Si los pronósticos de las encuestas pasan a ser votos en las urnas y PP y PSOE reducen su actual tamaño viéndose por tanto urgidos a buscar socios parlamentarios se habrá inaugurado un tiempo en el que el «rodillo» de las mayorías absolutas pasará a ser un recuerdo. Mal recuerdo porque si bien dio estabilidad a algunos de los gobiernos de Felipe González, José María Aznar, Zapatero o el actual que preside Mariano Rajoy, no es menos cierto que el peaje fue alto: aprobación de leyes por decreto, invasión del territorio del Poder Judicial, nombramientos a dedo en las empresas públicas, amparo de imputados en casos de corrupción, presiones a los medios de comunicación, etc. En resumen: falta de los contrapesos imprescindibles para el control de quienes temporalmente detentan el poder.

Así pues, que suban nuevos actores al escenario y que arrebaten a los nacionalistas catalanes y vascos la exclusiva de los pactos para formar mayorías, en sí misma, no sería una mala noticia. Todo lo contrario. Si los nuevos -pienso, sobre todo, en Podemos- no se dejan abducir por la demagogia y Ciudadanos defiende los principios de regeneración del sistema democrático que lleva en su programa, pudiera ser que la España del 2016 fuera un poco más justa y solidaria que la de ahora. Sería un tiempo nuevo y no sería una mala noticia.

Fermín Bocos

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