viernes, mayo 3, 2024
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El comisario político

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El Parlamento Europeo ha aprobado esta semana en Estrasburgo, por inmensa mayoría, una durísima resolución condenatoria contra el actual Gobierno de la República de Venezuela por sus constantes violaciones de los derechos humanos en ese país sudamericano.

La situación de Venezuela es de emergencia internacional. El gobierno de Maduro, continuista de Hugo Chávez, sigue siendo un gobierno dictatorial y caudillista cuyos objetivos son machacar a la oposición, pisotear los Derechos Humanos, dar cobijo a terroristas, acabar con la libertad de prensa y destrozar al pueblo venezolano oprimiéndolo y empobreciéndolo.

La República de Venezuela es de hecho una República de los horrores, donde se persigue, se condena y se encarcela al que no piensa como quiere Maduro, se persiguen y cierran medios de comunicación por no bailar al son que marca y ordena la doctrina comunista chavista, y donde el pueblo venezolano está desabastecido de los productos más básicos, está perseguido y está sometido al miedo de los ultras chavistas.

No son tiempos ya de palabras sino de actuaciones y, por todo ello, desde las instituciones europeas en este caso hemos sabido reaccionar y exigir al gobierno de Venezuela que frene su escalada de represión antidemocrática que tienen puesta en marcha contra su pueblo.

Un día antes de la resolución aprobada en el plenario de Estrasburgo se celebró con urgencia a petición del líder de Podemos, Pablo Iglesias, la delegación de Mercosur, donde el señor Iglesias invitó al embajador de Venezuela ante la Unión Europea para intentar contrarrestar el varapalo de la resolución que se les venía encima.

El embajador nos dibujó una Arcadia feliz de Venezuela

El embajador de Venezuela no defraudó, ya que lejos de ser un diplomático con lenguaje diplomático y acciones diplomáticas demostró sus dones de comisario político al servicio del chavismo intentándonos vender el mensaje de formación del espíritu bolivariano y chavista, a la vez que nos «deleitaba» con un discurso que pretendía ser juez y parte para acusar e insultar a la oposición venezolana y a la misma vez despreciar a los parlamentarios europeos diciéndonos que él se debe a los diputados venezolanos y no queriendo contestar a muchas de las preguntas que se le hicieron desde varios grupos y eurodiputados de diversas nacionalidades de la Unión Europea.

De todas formas, la comparecencia del señor embajador de Venezuela le permitió contemplar y le debió servir al propio embajador para darse cuenta que en esa sede parlamentaria europea tuvo la suerte de poder hablar con total libertad, en plena democracia, y cuando terminó su intervención no fue ni perseguido, ni amenazado, ni insultado como le ocurre a la oposición venezolana cuando abre la boca en aquellas tierras americanas, ya que esa oposición en muchos casos son encarcelados, perseguidos, desterrados por el mero hecho de criticar a su gobierno, o los medios de comunicación venezolanos son cerrados y clausurados por no bailar al son que marca el caudillista gobierno de Maduro.

El señor embajador nos dibujó una Arcadia feliz de Venezuela, pero lamentablemente se le olvidó contar la Venezuela de los horrores que sufren millones de venezolanos.

Y para no contarnos la verdad, como están hundiendo a su pueblo, echan balones fuera, para desviar la atención. Y lo hacen insultando y amenazando esta misma semana a España y al expresidente Aznar.

Cuando Maduro insulta y acusa a Aznar, un expresidente español y un expresidente de un Estado de la Unión Europea, sería bueno que Maduro se aplicase ese refrán tan castizo que dice que piensa el ladrón que todos son de su condición.

A la hora de la verdad Pablo Iglesias y Podemos se ausentan y se escapan de debatir en el plenario europeo

Y lo que muchos nos preguntamos es si cuando hizo Maduro estas declaraciones contra Aznar había tomado la misma sustancia que cuando ve a Chávez reencarnarse en pajarito encima de su propia cabeza, porque eso sería muy clarificador a la hora de valorarle y nos permitiría saber enjuiciar esas gravísimas acusaciones y mezquinos insultos, ya que mientras insulta a Aznar, todos sabemos que Maduro esconde los informes de Amnistía Internacional o de Human Rights Watchs que denuncian las atrocidades y los atropellos en Derechos Humanos que comete el actual régimen bolivariano.

Dicho esto permítanme denunciar también la cobardía de Pablo Iglesias y de su grupo Podemos, que tantas lecciones nos dan sobre Venezuela en España, y que invitan un día antes al embajador venezolano a una sala del Parlamento Europeo, pero que a la hora de la verdad se ausentan y se escapan de debatir en el plenario europeo, donde ni estuvieron ni aparecieron ninguno de los señores de Podemos a la hora del debate.

Los dirigentes de Podemos tendrán que explicar a todos esos estudiantes universitarios españoles que les votan porque se esconden y con su silencio avalan la opresión y represalias del gobierno de Maduro contra miles de estudiantes venezolanos que se manifiestan contra ese gobierno y en esas manifestaciones los estudiantes son golpeados, detenidos y torturados por la policía enviada por Maduro.

Algún día cercano estoy seguro que Venezuela saldrá de esta horrible pesadilla chavista, y será un país verdaderamente democrático pleno de libertades, y estoy seguro que resoluciones como la aprobada recientemente en el Parlamento Europeo ayudarán a conseguirlo.

Carlos Iturgaiz

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