jueves, mayo 2, 2024
- Publicidad -

Tiempo de agonía

No te pierdas...

El PSOE se empeñó –desde el punto de vista estratégico quizá no le quedaba otra opción- en que las elecciones catalanas no tenían un efecto en las perspectivas electorales del partido en las generales. No se trataba sólo de insistir en el tiempo que falta aún hasta 2012, en la capacidad de reacción o en la hipotética mejora del escenario económico, sino también de convencer a la opinión pública de que los criterios de voto son distintos, como si el castigo en Cataluña sólo fuese para Montilla o para un PSC, ya de modo más insidioso, que hizo con el tripartito lo que el presidente Rodríguez Zapatero nunca quiso. Casi como si también la historia del Estatuto fuese un asunto en el que el presidente no hubiera hecho sino lamentarse…

Sin embargo, esta operación de disimulo no ha funcionado. La encuesta publicada por El País tras las elecciones catalanas revela, otra vez y esta de modo acrecentado, la desafección de los votantes del PSOE hasta una diferencia con el PP de 18,8 puntos en intención de voto, lo que da muestra del desastre y del modo en que los ciudadanos han interiorizado el resultado. Es más, por mucho que el contento del PP en las catalanas haya resultado impostado (como si hubiera ganado en las urnas y no CiU), el aumento de la intención de voto a los populares –no sólo la desafección al PSOE- revela que, tras esas elecciones autonómicas, se ve mejor situada y como mejor situación al principal partido de la Oposición.

Desde luego, es imposible situarse en 2012 y asegurar lo que vaya a ocurrir. Pero es posible colocarse en el momento presente y, a la vista de lo que va ocurriendo mes tras mes, establecer que ni el mero paso del tiempo ni la confianza en que los votantes vayan a comportarse entonces de modo sólo válido para esa ocasión deben ser los criterios del partido del Gobierno si no se rinde ya definitivamente. Las tendencias que revelan los sondeos y las que ratifican las elecciones parciales soportan mejor la idea de que el presidente Rodríguez Zapatero sólo tiene una opción: dar, con una nueva política y un nuevo discurso, un vuelco radical a lo que hemos conocido desde que se negó a reconocer que no estábamos en una crisis. O lo hace, con una energía hasta ahora inédita, o no tiene sentido prolongar la agonía. La del PSOE y la del país.

Germán Yanke

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -