La alcaldesa de Barcelona ha exigido a Nissan que revise la decisión de cerrar las dos plantas que tiene en la Zona Franca y la de Montcada i Reixac porque es «un error», y le ha pedido que «encuentre una solución».
Ada Colau ha asegurado que la industria automovilística «tiene futuro en el área metropolitana de Barcelona» en su transición al vehículo eléctrico, y que Nissan tiene una «responsabilidad con los trabajadores que le han dado beneficios durante años», y con las Administraciones, que le han concedido ayudas públicas durante años.
La alcaldesa de Barcelona ha sostenido que las Administraciones están «absolutamente unidas» y que la «muy mala noticia» que la compañía ha dado hoy no puede provocar «resignación».
Colau ha comparecido acompañada del primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, que ha explicado que este mismo jueves responsables municipales se reunirán con la dirección de Nissan para recibir «directamente» explicaciones de «los fundamentos de esta decisión».
«Les diremos que a la compañía le va a salir muy caro y que hay otras alternativas», ha avanzado Collboni, que ha cifrado en 1.000 millones de euros el coste que tendría para Nissan cerrar sus plantas en Cataluña, y ha advertido de que sería será un proceso «largo, doloroso y muy costoso para la compañía».
El concejal socialista ha denunciado que los trabajadores se han sentido «engañados» por la compañía y la dirección de la empresa al darles «esperanzas y confianzas» sobre el futuro de la planta en los últimos meses.
Collboni ha asegurado que hay una «colaboración total» entre el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona y que están «alineados en un frente común para que Nissan valore las consecuencias de la solución drástica» que ha anunciado.
En este sentido, ha explicado que la ministra de Industria, Reyes Maroto, le ha emplazado a participar la semana próxima en una reunión en la que las tres instituciones harán «presión» a Nissan.
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