lunes, abril 29, 2024
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La alerta sanitaria puede saltar en cualquier momento

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Las calles están abarrotadas de basura, los contenedores rebosan desperdicios y los madrileños caminan sorteando todo tipo de residuos. Y bajo este escenario de suciedad descontrolada, en el sistema de alcantarillado acechan los enemigos públicos del hombre: las cucarachas y las ratas.

Después de más de una semana de huelga que ha convertido a Madrid en la capital del residuo, la alerta sanitaria “podría decretarse en cualquier momento”.

“Los subsuelos de las ciudades, y Madrid no es una excepción, están habitados por ratas y cucarachas y como cualquier ser vivo necesitan alimento. Las basuras les van a proporcionar un alimento muy sencillo y es más que probable que salgan a la vía pública para encontrarlo”, explica a ESTRELLA DIGITAL Milagros Fernández, directora de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA).

Aunque el ministerio de Sanidad y el Ayuntamiento insisten en que no hay peligro, algunos vecinos sí que han sido testigos de la presencia de estos animales en la vía pública. “Cuando aparecen estas especies en las calles ya empieza a ser complicado”, añade Fernández.

ANECPLA explica que la proliferación de plagas, además de provocar miedo y pánico, también ocasionan graves riesgos para la salud de los ciudadanos porque son transmisores directos de enfermedades. “Tanto las cucarachas como las ratas comen restos orgánicos contaminados por bacterias, pero sus patas, el pelaje y su cuerpo están también infectados”.

El proceso de contaminación puede ser muy sencillo: “Se puede dar la circunstancia de que en un contenedor entren cucarachas. En ese contenedor es muy probable que pueda entrar alguna cucaracha. Una vez vacío se lleva al cuarto de contadores y de ahí entran por los conductos y ya tienen acceso a las viviendas. Pueden entrar a la cocina, pasar por la mesa donde se manipulan los alimentos y aunque no se ven el animal deja restos”, aclara Fernández.

Pero el peligro es mayor si se trata de ratas porque producen el contagio de forma indirecta y directa, a través de un mordisco. “Las ratas son muy agresivas y tienen unos incisivos muy desarrollados. Si el animal se ve acorralado puede incluso llegar a atacar, ya no solo es la transmisión indirecta de enfermedades sino que también pueden transmitir enfermedades a través de su mordedura”, explica Fernández.

Las enfermedades que transmiten son la salmonelosis, la leptospirosis, el tifus, neumonías, fiebres por mordeduras y diarreas. Por otro lado, las cucarachas son transmisoras de disentería y alergias.

El problema podría ser peor si no fuese porque la temperatura es baja y eso hace que no sea “tan fácil como en otras épocas del año”. “Si estuviésemos en verano podríamos hablar también de avispas y moscas”.

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