El reelegido presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, ha señalado que Euskadi necesita un Gobierno «vasco de verdad» que recupere «el tiempo perdido», al tiempo que ha abogado por «consolidar la paz y edificar la concordia» y por «institucionalizar y constitucionalizar una única Euskadi», un «único país desde el Ebro hasta Adour».
En un acto que se ha desarrollado en el BEC de Barakaldo (Vizcaya) con posterioridad a que los 71 delegados de la Asamblea General de la formación jeltzale revalidarán por unanimidad a Iñigo Urkullu como máximo mandatario, y en el que han estado presentes junto a cientos de militantes los exlehendakaris José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe, entre otros, Urkullu ha incidido además en la necesidad de profundizar las capacidades económicas propias, a lo que ha denominado «nacionalismo económico».
Tras subrayar que Euskadi necesita recuperar el tiempo perdido, recuperar la solvencia y el compromiso «frente a la impostura y la indolencia», el presidente jeltzale ha señalado que «Euskadi se merece otro gobierno, capaz y comprometido, un gobierno abertzale, vasco de verdad».
«Euskadi necesita recuperar el tiempo perdido. Recuperar la solvencia y el compromiso. Frente a la impostura y la indolencia. Euskadi se merece otro gobierno, capaz, comprometido. Lo vamos a hacer. Os lo prometo. Euskadi necesita otro gobierno. Y lo tendrá. Un nuevo gobierno para una nueva Euskadi. Un gobierno abertzale. Un gobierno vasco de verdad, un gobierno del PNV», ha manifestado.
ETA y la paz
Entre los retos de su formación de cara al futuro, Urkullu ha apostado también por «consolidar la paz», ya que tras celebrar el que ésta haya «dado a luz» tras un largo proceso en el que el PNV «puso toda la carne en el asador al margen de cálculos políticos», ha señalado que «no somos inocentes para creer que todo está hecho».
«Dialogamos, intermediamos, presionamos, dimos cobertura a unos y otros para que el bien supremo de la paz aterrizara y se instalara en este país. Y estamos ganando. Ganamos todos. Queda mucho para consolidar una paz duradera», ha advertido.
Asimismo, ha apostado por restablecer la convivencia lo que, a su juicio, obliga a quien tanto daño ha causado a reconocerlo expresamente. «Perdón y reparación. Desarme y disolución. Renovación democrática profunda, que reconozca el error continuado de un pasado político-militar de destrucción, de tierra quemada, de negación de la libertad», ha advertido.
Por lo que respecta a los presos de ETA, Urkullu ha expresado que es necesario poner fin a una política penitenciaria «vengativa», así como a una «justicia de acompañamiento político». «A las doctrinas que reinterpretan las condenas. Fin a la Audiencia Nacional. Fin a la presencia de cuerpos ajenos en Euskadi», ha añadido.
Autodeterminación
Tras destacar que el nacionalismo sigue siendo un fenómeno universal, «desde Quebec hasta Timor, desde el Tíbet hasta Escocia», el dirigente jeltzale se ha preguntado «quién decía que en Europa no se aplica la autodeterminación con respeto a lo que sea decidido por quien lo ha de decidir».
«Ayer Irlanda, hoy Escocia, mañana Euskadi», ha aventurado tras reconocer que el nacionalismo vasco mantiene su compromiso de «institucionalizar y constitucionalizar una única Euskadi».
«Este es el sentido de la independencia de Euskadi en el siglo XXI. Un único país desde el Ebro hasta el Adour. Sustentado por la voluntad democrática de la ciudadanía. Nada ni nadie va a variar ese compromiso», ha advertido, para añadir que el reto de establecer un nuevo «estatus político» para que Euskadi sea «una nación en Europa y una nación europea» estará en las manos de todos los vascos en el año 2015.
A su juicio, una vez restablecida «la pluralidad y sin la amenaza de la violencia» es necesario «actualizar la voluntad política del pueblo vasco» para lo cual el reto es configurar, mediante un amplio acuerdo, un nuevo estatus político, en el que se reconozca jurídica y políticamente la nación vasca: «Un acuerdo que institucionalice el derecho y la capacidad de decidir, como exponente de una sociedad democrática y libre».
Crisis económica
Respecto a la coyuntura de crisis económica, el dirigente jeltzale ha reconocido que también en Euskadi, deja sus «secuelas de desempleo, inactividad y escasez de recursos» y ha advertido de que está provocando movimientos contradictorios.
«Uno centrífugo, de los Estados hacia una nueva estructura política y económica europea. Y otro, centralizador, dentro del Estado español. De rescate de poder político centralista, con el pretexto de la crisis y el déficit», ha destacado, al tiempo que ha lamentado que «al amparo de la excusa de alguna de estas crisis se ha pretendido restar influencia y buscar el aislamiento del nacionalismo vasco, representado por el PNV».
En este sentido, ha reconocido que el autogobierno ha ayudado a mitigar las consecuencias de la crisis, pero se necesita profundizar, y ampliar las capacidades propias: «Esto es lo que hemos denominado nacionalismo económico, el desarrollo y crecimiento económico de la nación vasca.
Asimismo, ha anunciado que «vamos a salir de la crisis» con un acuerdo de cooperación para el empleo, un sistema propio de relaciones laborales y la internacionalización de Euskadi. «Con una marca propia que nos distinga. Vamos a salir de la crisis por nuestro propio esfuerzo, sin que nadie nos regale nada. Como siempre hicimos.
«Unos obsesionados por sacarnos del Gobierno. Utilizando pactos forzados y artimañas legales de puro interés. Otros obsesionados por sustituirnos en el liderazgo del ámbito sociológico abertzale. Utilizando el cálculo en su decisión de abrazar el camino democrático, emanciparse de la violencia y la tutela de ETA. Los unos y los otros han pretendido aparcarnos en el desván de la historia», ha señalado.
Por lo que respecta a la celebración de la Asamblea General, que se ha desarrollado durante todo el fin de semana, el presidente jeltzale ha señalado que el éxito de su formación reside en situar al partido en el espacio de la «centralidad natural del país» y ha destacado que el PNV «no tiene dos almas, sino miles».
«El espacio político-electoral del PNV es el nacionalismo democrático incluyente… No tenemos dos almas, tenemos miles, ciento de miles de almas… No vamos a variar este cauce por ningún canto de sirena que nos lleve al aislamiento. Ni por la aplicación de estrategias ajenas sin salida o abocadas al fracaso», ha anunciado.