Las Comunidades Autónomas sólo recetan el medicamento más efectivo contra el virus N1H1, oseltamivir (conocido mayoritariamente como Tamiflu), a aquellos pacientes que requieran atención hospitalaria. Esta decisión, tomada por la Comisión de Salud Pública en septiembre de 2010, está siendo duramente criticada por especialistas y médicos de atención primaria, que se sienten “impotentes” al no poder tratar adecuadamente los casos sospechosos que llegan a sus consultas, según ha podido confirmar Estrella Digital.
Asimismo, en la asociación independiente del Defensor del Paciente consideran que el medicamento debería estar al alcance de cualquier enfermo. La denuncia realizada el lunes por Estrella Digital ha originado una cascada de reacciones en diferentes foros de opinión ante la falta de información de las autoridades y el Ministerio ha tenido que reactivar la información referente a la gripe A en su página web.
El virus estacional de esta campaña es del tipo A (el 92% de los casos de gripe, según el Ministerio de Sanidad). Esta cepa es más agresiva que la común, si no empieza a remitir antes de 48 horas de presentar sus primeros síntomas, a juicio del personal sanitario. Precisamente, es dentro de ese espacio de tiempo cuando el antiviral es más eficaz. Si se suministra más tarde, su efectividad se reduce en un tercio.
Distintos especialistas en epidemiología consultados por Estrella Digital argumentan que la decisión de las administraciones sanitarias “es errónea” debido a la enorme facilidad con la que la cepa N1H1 se reproduce en los pulmones cuando no se trata a tiempo. “Desde hace 30 años no veíamos un virus con una capacidad semejante para producir neumonía viral primaria”, indica uno de ellos.
En atención primaria se está recetando paracetamol y las medicinas habituales para combatir la gripe común, mucho menos potentes contra el N1H1. En ese sentido, la portavoz del Defensor del Paciente, Carmen Flores, reclama que “cualquier fármaco debe estar al alcance de los ciudadanos si está comprobada su eficacia, sobre todo en el caso que nos ocupa”. Aun así, Flores considera que “esta gripe no es más dañina que la gripe estacional”.
El problema es que, aunque la pandemia de la gripe A ya ha remitido, la cepa de virus N1H1 se ha convertido en estacional durante la presente campaña. Y según advirtió la Organización Mundial de la Salud el pasado verano, podría afectar “desproporcionadamente” a la población joven sin factores de riesgo estipulados (embarazadas, enfermos cardiopulmonares e inmunodepresivos).
Otra deficiencia que está siendo fuertemente criticada por los médicos es la lentitud mostrada a la hora del diagnóstico, debida a la falta de recursos técnicos existente en España. Por ejemplo, en Galicia solo hay una unidad especializada en detectar la infección. En otras muchas provincias, los enfermos deben esperar más de dos días para conocer los resultados de las muestras enviadas.
Paradójicamente, el Gobierno distribuyó a las Comunidades Autónomas medicación suficiente para luchar contra la pandemia de gripe A de 2009. Aunque ahora el virus se encuentra en remisión, se hizo acopio de forma preventiva de un almacenamiento estratégico ante el riesgo de repunte de la cepa.
Los especialistas en esta enfermedad consideran adecuadas estas medidas, aunque lamentan que no se esté dando un uso adecuado a estas reservas. “Por fortuna, este virus tiene una capacidad de réplica baja”, explica uno de los especialistas consultados. Esto es lo que, al final, ha evitado una mayor incidencia de casos graves.
Miguel Ángel Blanco/Gorka Castillo