Pasear desnudo o en bañador por Barcelona, excepto en las piscinas, playas y calles adyacentes, quedará prohibido antes del verano, y si tras el requerimiento de la Guardia Urbano alguien se niega a vestirse, podrá ser sancionado con multas que oscilarán entre 120 y 500 euros.
La comisión de seguimiento de la Ordenanza de Convivencia ha debatido este jueves la propuesta de modificación puntual del titulo XII de esta norma para añadir un artículo en el que se prohíbe y sanciona el nudismo y el semi nudismo en los espacios públicos no autorizados.
Ahora la propuesta deberá superar diversos trámites, incluidos los periodos de exposición pública y de alegaciones, y se calcula que podría ser aprobada en el último pleno del mandato, previsto para el 25 de marzo.
La propuesta la ha presentado el grupo del PSC, mayoritario en el gobierno, y ha salido adelante con el apoyo de CiU, la primera fuerza de la oposición, y el voto contrario del resto de grupos, incluido el de ICV-EUiA, socio de los socialistas en el gobierno.
Tras la reunión, que se ha celebrado a puerta cerrada, los portavoces de los grupos municipales han comparecido ante la prensa para insistir en sus posiciones, que no han variado respecto a las expresadas antes del encuentro.
La portavoz del gobierno, la socialista Assumpta Escarp, ha insistido en la importancia de que según esta propuesta la Guardia Urbana «primero deba informar y sólo si hay persistencia, sancionar».
Escarp ha defendido que la modificación de la ordenanza para prohibir el nudismo no se hace «por un caso concreto» sino porque en estos momentos la Guardia Urbana trabaja sin cobertura jurídica en este tema y la sanción se determina por la ofensa que decía sentir un tercero.
El portavoz de CiU, Joaquim Forn, ha anunciado el apoyo de los nacionalistas a la iniciativa y ha destacado que se estipula que «sólo se sancionará a las personas que se nieguen a vestirse».
ICV-EUIA y ERC han coincidido en rechazar esta modificación que consideran innecesaria y que en el caso de la prohibición de la semi desnudez están convencidos de que puede conllevar muchos problemas por el grado de discrecionalidad que conlleva.
El ecosocialista Joaquim Mestre ha señalado que se está «a un paso de hacer el ridículo» y que en Barcelona se pueden «contar con los dedos de dos manos» las personas que van por la calle desnudas.
La republicana Ester Capella considera que la modificación endurece la ordenanza de civismo y ha manifestado el desacuerdo de Esquerra a «regular como se viste la gente en la ciudad».
El PPC también ha rechazado la regulación por considerarla «insuficiente», quiere que el nudismo sea considerado falta grave y sancionado en consecuencia y, sobretodo, se opone a que haya un requerimiento previo a la sanción.
La portavoz del PPC, Àngels Esteller ha anunciado que el grupo popular presentará la próxima semana en la comisión de Presidencia su propia propuesta, en la que además «se regula con más rigor el semi nudismo» y, por ejemplo, se prohíbe y sanciona ir sin camiseta.
Respecto a la propuesta del PSC, Esteller no ha querido adelantar si al final el PPC acabará apoyándola.