Tal y como están las cosas, y con el mercado bursátil muy volátil, los inversores comienzan a pensar en alternativas para sus ahorros. Y parece que los que apuestan por la renta fija comienzan a ver recompensado su esfuerzo tras unos meses en los que los bancos apenas les han dado rentabilidad por su dinero.
El fin de las ayudas del BCE y las expectativas de subidas de tipos, y el fin de los avales del Banco de España provocarán, de nuevo, una tensión de liquidez que se transformará en que los bancos competirán por captar más dinero a los particulares a los que ofrecerán mejores rentabilidades.
Ya hay en el mercado depósitos a un año al 4% y, según me cuentan, algunas entidades de gran calado, -miren a algunos de «los grandes»-, las cosas se pueden poner mejor todavía. Incluso aún teniendo en cuenta que la reforma fiscal introducida en el ejercicio presupuestario del 2010 incrementa las tarifas del IRPF y, por lo tanto las retenciones. Pero, aún así, dichas subidas se pueden ver recompensadas por las sustanciosas remuneraciones que bancos y cajas pueden llegar a ofrecer por los depósitos a plazo.
Y es que la Bolsa va a seguir con ese sube y baja que parece haberse instalado en los mercados. Un sube y baja tan ligero que técnicamente los analistas consideran que la tendencia es «plana». Es decir, que en los próximos días asistiremos a pequeñas subidas y pequeñas bajadas. Y nada más. Sigo insistiendo en que mientras el Ibex no logre alcanzar la cota de los 11.300 no se podrá hablar de consolidación de las ganancias. Y para alcanzar esa cota todavía quedan algunas jornadas qué pasar. Salvo, claro está, que algún acontecimiento rompa todos los esquemas hasta ahora previstos por los brokers.