jueves, mayo 2, 2024
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Guía para el 26J: los sistemas tributarios preferidos por los políticos

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Los impuestos ocupan buena parte del foco mediático de esta campaña electoral. Por un lado, Mariano Rajoy ha prometido bajarlos; por otro, el PSOE se ha comprometido a estudiar distintas fórmulas para aumentar los ingresos y de fondo está el desfase de la Seguridad Social y la nueva senda de reducción del déficit impuesto por Bruselas. Los impuestos son un punto importante de la estrategia electoral de los partidos y con ellos los múltiples sistemas tributarios repartidos por Europa.

El modelo tributario preferido de los partidos políticos es el norte de Europa. Los nórdicos son un ejemplo para socialistas. También para Ciudadanos: Luis Garicano, su responsable económico, ha mostrado siempre su preferencia por el sistema danés. En el PP, aunque no hablan abiertamente de un sistema, sí se decantan por algunas fórmulas como la ‘mochila austriaca’. En Podemos, cualquier sistema que incremente la presión fiscal parece aceptable, entre ellos los de la misma Dinamarca, Suecia o Finlandia.

El punto de partida válido para todos los partidos parece el mismo: La presión fiscal en España está por debajo de la media europea. Por tanto, España tiene un problema de ingresos y no de gastos, por lo que hay margen para subir impuestos. Aunque no es así exactamente, la ratio de la presión fiscal (impuestos recaudados entre el PIB) viene muy influida por el ciclo económico. El mejor indicador es el esfuerzo fiscal que mide los impuestos que paga cada trabajador en un año. En el primero, España está lejos de la media europea, pero en el segundo se sitúa entre los primeros.

El sistema tributario danés, un posible prototipo para Ciudadanos, permite al país encabezar la recaudación por PIB en la Unión Europea. Pero no lo consigue a base de gravar más a los ricos o tener tipos más altos al patrimonio. España y Dinamarca recaudan un porcentaje similar respecto del PIB por patrimonio e impuesto sobre empresas.

La diferencia está en que en Dinamarca el IRPF es, de media, casi tres veces más alto que en España. No obstante, gracias a que apenas se pagan cotizaciones sociales, la factura final para el trabajador es más baja en Dinamarca que en España. Según el último informe de la OCDE ‘Taxing Waves’, en España el Estado se queda con 20.000 dólares (13.200 euros) del salario medio de cada trabajador, mientras que en Dinamarca esa cantidad es era ligeramente inferior, 19.850 dólares.

Suecia está también muy por encima de España en recaudación. Y tampoco es en este caso porque los ricos o las empresas paguen más. La OCDE detalla que Suecia recauda sobre el PIB menor cantidad que España. Sí se paga más por cotizaciones sociales e IRPF, pero pagan más tanto las rentas bajas como las altas. Incluso la diferencia entre lo que pagan los ‘ricos’ y los ‘pobres’ es mayor en España a favor de la clase alta.

Se recauda más porque pagan más todos

El único ejemplo que pueden ofrecer los países nórdicos es que no hay fórmulas mágicas, se recauda más porque se pagan impuestos más altos y porque los paga más gente. El director del Instituto Juan de Mariana, Juan Ramón Rallo, explica que en Dinamarca el 76% de los trabajadores en edad de trabajar tiene un empleo, mientras que en España ese porcentaje no llega al 60%. Obviamente, como explica Rallo, a más número de trabajadores, mayores ingresos.

El doctor en Economía también señala otro elemento: el importante recargo que pagan los ciudadanos nórdicos cuando reciben las prestaciones sociales. En España ese concepto supone un 5% de la factura impositiva, mientras que en Finlandia un 10%, en Suecia un 11,8% y en Dinamarca supera al 15%, según los datos de ofrecidos por Rallo.

Asimismo, no solo influye el número más alto de participantes en el mercado laboral o el recargo en las prestaciones sociales (existe el copago sanitario); también influyen otros impuestos como el IVA. En Dinamarca o Suecia el tipo general está en el 25%, mientras que en Finlandia alcanza el 24% (en España es del 21%). Por su parte, el reducido y el superreducido también son más altos: en Suecia es el 6% y el 12%; en Finlandia, el 10% y el 14% y en Dinamarca solo hay uno por debajo del general, que está en el 9,25%.

El sistema francés de pensiones

“Me gusta mucho el sistema francés”, reconocía el asesor económico del PSOE, Jordi Sevilla, sobre el modelo de ingresos para la Seguridad Social. En Francia, las pensiones no solo se pagan a través de las cotizaciones a la Seguridad Social sino que se refuerzan con pequeños recargos en distintos impuestos.

El primero de ellos es el pago de 0,16 euros por cada decilitro de una bebida alcohólica. También se complementa con una ‘contribución adicional’ por Sociedades, que pagan un 0,13% por el volumen de negocio. El último recargo es un ‘pago solidario’ sobre el patrimonio y las inversiones financieras del 2%. A pesar de que estas medidas pueden reforzar los ingresos, la recaudación quedaría muy lejos de cubrir el déficit actual, cómo así ocurre en Francia.

Los últimos estudios del Parlamento francés preveían que en 2020 se alcanzaría un déficit de 20.000 millones, lo que obligó a diferentes reformas y recortes. Sarkozy aprobó una reforma en 2010 para endurecer el acceso al cobró del 100% de la pensión, las medidas aún se endurecieron más con el Gobierno de Hollande tras una nueva reforma. Ahora, para recibir el total de la pensión en Francia, es necesario haber trabajado 43 años, frente a los 37 que piden en España.

Pedro Ruiz

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