El negocio inmobiliario español prosigue atrayendo a las grandes fortunas mundiales, junto a los fondos más poderosos. La búsqueda de rentabilidad en España se ha centrado en unos precios asequibles después de más de un lustro seguido de caída en picado. El último en afianzar su posición en el mercado ha sido Carlos Slim que pretende controlar la inmobiliaria Realia.
El mexicano, a través de Inmobiliaria Carso, ha decidido comprar la participación del 25% que posee Bankia de Realia. Además, el segundo hombre más rico del mundo ha anunciado la intención de realizar una oferta pública de adquisiciones de acciones (OPA) que le permita controlar el 100% de la inmobiliaria.
Los datos que se manejan son aparte de los cerca de 45 millones que ha pagado a la entidad por su parte correspondiente. Otros 180 millones en concepto de la OPA, pagada a 0,58 euros por acción (mismo precio que le ha pedido la entidad).
La compra de Realia por parte del mexicano se lleva fraguando meses atrás. Slim se convirtió en diciembre en el máximo accionista de FCC, que a su vez, poseía el 36,5% de Realia. En un principio, hace más de un año, FCC tenía intención de desprenderse de ese porcentaje idea que se abandonó tras la entrada de Slim. Además, hace apenas unos días Slim decidió entrar en el consejo de administración de la inmobiliaria, a través de su representante Kuri Kaufmann que sustituye a Rafael Montes.
Realia cuenta con una división de patrimonio que suma unos 419.000 metros cuadrados, integrada por edificios de oficinas que suponen unos 243.000 metros cuadrados, además de varios centros comerciales, entre la que sobresale una de las Torres Kio de Plaza de Castilla de Madrid. La inmobiliaria registró pérdidas de 39,6 millones de euros en 2014, lo que supone reducir en un 22,3% los 'números rojos' contabilizados un año antes, según la información remitida por la compañía al regulador.
Proceso de desinversiones
Bankia prosigue inmerso en un proceso de desinversión en activos enfocada en el plan impuesto por Bruselas, tras la inyección económica aportada a la entidad. La inyección de dinero es cercana a los 5.000 millones tras deshacerse de gran parte de las acciones que poseía en empresas.
Entre todas ellas, destaca la venta de su paquete accionarial de Iberdrola, un 5,14%, que se tradujo en cerca de 1.300 millones. También vendió un 20,14% de Indra por 337 millones, más de un 12% en IAG. Otras más recientes fueron Mapfre del que poseía un 3% o NH Hoteles del que poseía un 12,6% valorado en 116 millones. U otras más pequeñas como Sacyr (1,92%), FCC (1,05%) y Abertis (0,06%).