lunes, abril 29, 2024
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El capital extranjero se viene de rebajas a España

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Bill Gates no se ha venido a invertir a España por casualidad, sino porque ha analizado que ha llegado la hora de las rebajas en nuestro país. A la reciente llegada a FCC, se han sumado la adquisición del fabricante de latas de conservas Mivisa por la estadounidense Crown Holding en 1.200 millones, la mayor compra del año en España, y la de la consultora Everis por la firma japonesa NTT Data por unos 559 millones. Estas son las últimas de una larga lista de operaciones que apuestan por tomar posiciones en compañías nacionales con necesidad de atraer socios y liquidez.

“Se está produciendo un punto de inflexión en nuestra economía. No hemos salido aún de la crisis, pero sí hemos dejado atrás la recesión y por primera vez tras 9 trimestres de caída, el PIB español ha sido capaz de crecer (muy tímidamente +0,1%) en el tercer trimestre del año. Se están haciendo los deberes en materia de corrección de desequilibrios, como el déficit por cuenta corriente, con recuperación notable de las exportaciones, y también se han dado avances importantes en reformas necesarias como la del sector financiero o el laboral. Las empresas, por su parte, también han realizado una labor importante en términos de reducción de deuda y mejora de su estructura financiera, así como un proceso de internacionalización y diversificación de negocios”, explica Natalia Aguirre Vergara, Directora de Análisis y Estrategia de Renta 4.

FCC acaba de presentar otro expediente de despido de trabajadores solo una semana después de que Bill Gates comprara el 6% de la constructora

Además las estadísticas de balanza de pagos, publicadas hace unos días por el Banco de España, certifican el auge de la inversión extranjera directa en España. Hasta agosto, la cifra sumó 18.757 millones, casi el doble que los 9.418 millones del año anterior. Es la segunda mayor cifra de la última década, solo superada por los 38.200 millones de 2008.
“Básicamente han ocurrido dos cuestiones muy importantes: la percepción del riesgo país (no sólo el medido por la prima de riesgo entre Alemania y España) ha caído de forma notable. Por ejemplo, la empresa española se está financiando ahora con mayor facilidad en los mercados de capitales. Pero también es muy destacable el “elemento precio”, con reducciones significativas de las valoraciones de las compañías, lo que evidentemente las hace más atractivas”, dice Javier Méndez Llera, Secretario General del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF).

Las perspectivas son prácticamente unánimes en todos los agentes económicos: en los próximos meses habrá más inversiones procedentes del exterior. “Esto es sólo el principio”,  dicen algunos analistas. No obstante, la mayoría de estas operaciones, son esencialmente de tipo financiero y tienen lugar en sectores estratégicos como energía o banca, o en activos de empresas españolas que, como resultado de su endeudamiento y balances frágiles se ven obligadas a vender activos. “Puede haber de todo: empresas ligadas a un sector público que quiere reducir su peso en la economía española, filiales en pérdidas de las compañías que no pueden asumir la situación o una pura cuestión estratégica por parte del vendedor. Muchas de estas operaciones, por desgracia, se producen en casos donde se van a limitar o cambiar la actividad y, con toda seguridad, se va a reducir su estructura, fundamentalmente empleo”.

Sin ir más lejos, FCC acaba de presentar otro expediente de despido de trabajadores solo una semana después de que Bill Gates comprara el 6% de la constructora. Es el cuarto ERE este año, tras el despido de 800 trabajadores en abril. Lo que deja a la empresa en una situación difícil. “Hay un tipo de inversor que busca compañías en problemas, aprovechando precios muy bajos por la complicada situación de las empresas, pero también hay otros inversores que buscan compañías con un modelo de crecimiento sólido y, sobre todo, con visibilidad. No hay por tanto una característica común y no son empresas que se venden, sino más bien tomas de participación”, comenta Natalia Aguirre.

El caso de FCC, que registró el año pasado las primeras pérdidas de su historia, representa un patrón que se hace atractivo al inversor ya que se trata de compañías que tras pasar dificultades presentan planes estratégicos y de reestructuración solventes. “El mercado suele valorar y celebrar esos procesos”, coinciden los analistas. 
El movimiento de Gates no es desde luego un oasis en el desierto, sino que se enmarca en un entorno en el que otras grandes fortunas, fondos de inversión o compañías rivales desembarcan en el capital español. El mensaje es contundente, España está en la pista del despegue hacia el crecimiento y es ya un país de oportunidades. “Sobre todo en el caso de empresas en dificultades.

Sin embargo, hay otras que a pesar de la crisis mantienen una buena trayectoria de resultados y que no están particularmente baratas, pero la visibilidad de resultados de cara al medio y largo plazo justifica pagar esos precios más altos”, explica Natalia Aguirre. “También hay mucha liquidez internacional que tiene que invertir y ahora se empiezan a fijar en España, en muchos casos, no precisamente con el precio como objetivo fundamental”, matiza Javier Méndez.

Sin lanzar las campanas al vuelo, porque la recuperación económica está en una fase aún embrionaria, Gates, con un solo movimiento, ha tumbado buena parte de la desconfianza que genera en el exterior España. “Los inversores nos ven mucho mejor que hace un año, se ha pasado del “rojo tragedia” al “verde esperanza”. Los deberes se están haciendo (lo cual no quita que aún haya tareas pendientes, sobre todo, en términos de reducir gasto público improductivo), la prima de riesgo ha caído significativamente y los inversores extranjeros no sólo compran bolsa española, sino también deuda, tanto pública como corporativa”, asegura Natalia Aguirre.

Y algunos se preguntan por los objetivos de estas inversiones: participar en los consejos de administración, vocación de permanencia, especular, ganar dinero… “Existe un movimiento muy importante entre los grandes inversores institucionales para ser más activos en las empresas donde invierten. Aunque no necesariamente sentados en los Consejos de Administración”, comenta Méndez.

Dicho lo cual, mientras España siga por el buen camino, auguran los expertos, hay mucho margen para crecer en inversión extranjera directa o en Bolsa.

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