Tras el triunfo excelso de su equipo en el Bernabéu, Gerard Piqué no podía quedarse en casa. El futbolista, acompañado de su mujer Shakira, acudió a la discoteca Bling Bling, una de las más emblemáticas del Barcelona. Llegó sobre la una de la madrugada y no escondió su sonrisa en ningún momento. El catalán estuvo en uno de los reservados de la zona privada y festejó junto a su amada el amplio triunfo de su equipo. Es uno de los iconos del club y, por tanto, uno de los que más felicidad sintió tras tumbar al eterno rival.
Allí pudo disfrutar junto a los suyos, no como en el Bernabéu, donde le dedicaron numerosos pitos desde que arrancó el encuentro. Sus gestos, como el de aquella 'manita', y sus siempre controvertidas declaraciones, con el “¡Kevin Roldán, contigo empezó todo!” aún reciente, provocaron que los madridistas le dedicaran una actitud hostil durante los noventa minutos. Ni Messi, ni Neymar fueron tan atacados desde la grada como él.
Y es que el central disfruta hiriendo al club blanco. Ayer, tras el segundo gol de Luis Suárez, alentó a los suyos para que buscaran el quinto. Y pudo tenerlo en sus botas si no fuese porque el joven canterano Munir decidió finalizar él mismo la jugada. Encima, para mayor enfado, el delantero no acertó. Piqué gritó sobre el césped y le recriminó a su compañero que no le hubiera concedido a él la ocasión, ya que se encontraba en una posición más adecuada.
Al término del partido, en el vestuario, Piqué aprovechó el éxtasis para bromear con la situación. Se fotografío junto a Munir e escribió el siguiente tuit: “Grande @Munirhaddadi! Pero la próxima me la dejas vale? Felicitats a tots els culers! Seguim fent història!”. No obstante esa jugada no impidió que pudiese celebrar otro triunfo más de su equipo ante el eterno rival.