El gobernador dice ahora que no habló ni de abaratar el despido ni de recetas laborales
Aseguró que las frases de su discurso estaban "medidas" y que en ningún momento le posicionaban en contra de la indemnización por despido, aunque admitió que habría que examinar el diseño de la prestación para evolucionar hacia un sistema que genere menos paro, más productividad y que permita aumentar el salario real de los trabajadores.
En este sentido, puso como ejemplo el modelo austriaco, un modelo que consideró bueno para el mercado de trabajo de un país por estar basado en una indemnización por despido con "características fantásticas" para el trabajador.
Sin embargo, consideró "un error" reducir el debate a la necesidad o no de abaratar el despido, ya que España cuenta con un mercado laboral en el que crece mucho el paro porque se despide mucho y se contrata poco. "Aprendamos de otros países", sugirió.
Por otro lado, Fernández Ordóñez advirtió de que ni España ni otros países superarán la crisis económica hasta que no lo haga EEUU, y aseguró que es "muy difícil" que un país salga por si solo de la crisis si antes no ha salido EEUU. Por ello, consideró "crucial" lo que pueda pasar de ahora en adelante en la economía americana, aunque admitió que las previsiones, de momento, no son muy optimistas.
Por este motivo, consideró también "crucial" la cooperación de los países para superar la crisis, ya que se trata de un ajuste global que no se podrá resolver "país a país". En este sentido, calificó de "muy positiva" la reacción del G-20, ya que, a su parecer, "ésa es la vía que puede detener aquellos fenómenos de la globalización que pueden ser terribles".
Así, admitió que habrá que cambiar muchas cosas porque se han cometido "muchos errores", pero insistió en la necesidad de mantener la globalización sobre todo en el sistema financiero, ya que es algo muy positivo que permite ahorrar en un sitio del mundo y al mismo tiempo invertir en otro.
Por esta razón, Fernández Ordóñez advirtió del peligro de nacionalizar sistemas financieros, algo que está ocurriendo en algunos países y que puede generar "un desastre equivalente" al de la Gran Depresión. "El nacionalismo económico es un desastre para salir de la crisis", indicó.
En cambio, para superar este periodo, se mostró "absolutamente convencido" de la necesidad de acometer reformas estructurales en la economía española, y aseguró que hay "cantidad de cosas por hacer", centradas en el tratado de Lisboa y en el aumento de la productividad, entre otras cosas.
Por otro lado, Fernández Ordóñez reconoció que el Banco de España no anticipó la intensidad de la crisis económica, pero recordó que ningún otro organismo, nacional o internacional, pudo prever la actual situación. "Usted a lo mejor sí, pero nadie más", señaló al diputado 'popular' Cristóbal Montoro.
Defendió en cambio, que la institución que dirige sí advirtió del alto nivel de endeudamiento de la economía española y del comienzo de la desaceleración interna, y recordó a Montoro que otros cinco países europeos también están en recesión. "¿Quién podría anticipar que España iba a ser el país con menos recesión y Alemania con más?", preguntó.
El gobernador del Banco de España también pidió que no se achaque el excesivo endeudamiento sólo a la inversión en vivienda porque se acaba denigrando este tipo de inversión. "No estoy dispuesto", señaló Fernández Ordóñez, quien explicó que la compra de inmuebles ha supuesto una garantía para muchas personas en un momento como el actual.
"Una cosa es haber alertado del endeudamiento excesivo y otra denigrar la vivienda", subrayó, tras reconocer, sin embargo, que tanto una parte del endeudamiento como el nivel de desempleo está conectado con una dimensión "verdaderamente disparatada" de la inversión en este sector.