Las refinerías británicas protestan contra la contratación de europeos
"La decisión de traer a cientos de europeos para trabajar en el proyecto es algo que enfurece a los desempleados británicos que están cualificados para el trabajo", aseguró la parlamentaria local Shona McIsaac.
En el tercer día de paro, más de 600 trabajadores continúan con las protestas en el exterior de la central de Lindsey, a los que se han unido 700 obreros de la refinería de Grangemouth, en Falkirk (Escocia) y 400 de la de Wilton, en el condado de Cleaveland. También desde el sur de Gales los trabajadores de la central de Aberthaw han salido a la calle en solidaridad con sus compañeros.
Los manifestantes portan pancartas en las que piden al Primer Ministro, Gordon Brown, que garantice "un empleo británico a cada trabajador británico".
Protesta contra las compañías
Los sindicatos, por su parte, insisten en que no se trata de una protesta contra los trabajadores foráneos, sino "contra las compañías extranjeras que discriminan a los británicos".
Total manifestó este jueves que sus operaciones de refinado no se verán afectadas por el paro y aseguró que el contrato suscrito con la empresa italiana no conllevará el despido de ninguno de sus empleados de Lindsey. Además, anunció que las tareas de apoyo a la construcción de la nueva unidad de la planta las llevarán a cabo compañías de la región.