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La crisis inmobiliaria destruirá otros 400.000 empleos en el 2009 y amenaza con llevarse por delante nuevas compañías

"La fiesta ha terminado" ha sido la expresión más utilizada por los analistas internacionales para definir el estallido de la burbuja inmobiliaria, una complicación añadida para España a la ya de por sí agobiante crisis internacional.

La construcción, que en 2007 aportaba el 17,9% del PIB español, cayó más de un 6,4% en el tercer trimestre del año, llevándose por delante empresas y trabajadores, y dejando bajo mínimos un sector que, hasta hace bien poco, era sinónimo de rápido beneficio.

Y pese a la situación en que se encuentra ahora mismo el mercado de la vivienda, los promotores ya advierten de que 2009 será peor, con una menor compraventa y un consecuente bajo inicio de viviendas, lo que no impedirá que siga ampliándose el stock de inmuebles sin vender que, según diversas fuentes, sería ahora de entre 300.000 (según los promotores) y 930.000 (según la sociedad de tasación Tinsa). Incluso el BBVA asegura que el número de inmuebles sin vender podría llegar a los 1,4 millones a finales del próximo ejercicio. La previsión oficial del Gobierno, sin embargo, se sitúa en los 650.000 inmuebles, que tardarán entre 1,5 y 3 años en ser absorbidos por el mercado.

Esto está afectando ya al precio de la vivienda, que hasta noviembre cayó el 7,8 por ciento, según la sociedad de tasación Tinsa. Los datos del INE apuntan a una caída similar en la vivienda usada, aunque en el caso de la vivienda nueva esa caída media del precio de la vivienda aún no se está apreciando, debido a que muchas de las compraventas que se han producido a lo largo de este ejercicio ya se habían cerrado con anterioridad.

Y según las últimas previsiones del servicio de estudios de la entidad española, el precio de la vivienda caerá el 5% en el 2009 y el 8% en el 2010.

Ante esta situación, el Gobierno ha puesto en marcha numerosas iniciativas encaminadas a reactivar el mercado, y a ayudar a los promotores, dentro del Plan Estatal de Vivienda 2009-2012.

El plan prevé 996.000 actuaciones en los próximos cuatro años destinadas a permitir el acceso a los ciudadanos a viviendas en compra y, especialmente, en alquiler, promover la urbanización de suelo para viviendas protegidas y mejorar actual parque de inmuebles.

Entre ellos destaca la subasta de compra de suelo privado por parte del Gobierno para la construcción de vivienda protegida, con el que se prevén construir más de 15.000 inmuebles. Al cierre del año, el Ministerio había recibido 28 ofertas de suelo, por uin importe superior a los 433 millones de euros.

Además, se amplía el ámbito de las ayudas para atender a las familias de rentas medias, de forma que se extiende la Ayuda Estatal Directa a la Entrada de 4.000 euros a los hogares con ingresos de hasta 31.449 euros anuales.

El alquiler es una de las líneas estratégicas del plan, de forma que hasta el 40% de las nuevas vpo podrán ser arrendadas (unos 100.000 inmuebles), a las que habrá que sumar otras 70.000 tras su rehabilitación. Asimismo, nace la figura del alquiler con opción de compra mediante la que se podrán arrendar las viviendas durante 10 años, tras los que el inquilino podrá comprarla con un descuento del 30% de los pagos por el alquiler.

Con todo, las principales iniciativas para salir de este bache pasan sobre todo por una reactivación del mercado hipotecario, además de la consecuente bajada del euribor, que se ha venido produciendo de forma importante y que cerrará diciembre cerca del 3,4%.

Otras de las iniciativas aprobadas a finales del 2008 es que los contribuyentes con hipoteca cuyos ingresos sean inferiores a los 33.000 euros anuales podrán solicitar una rebaja de dos puntos en el IRPF.

Mientras tanto, la posibildad de esperar a una caída de los precios se ha convertido al mismo tiempo en un problema. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, los ciudadanos siguen esperando a que los precios sufran una caída para poder entonces animarse a comprar.

Suspensiones de pagos

Tras el rescate de Colonial, que pasó a estar controlada por la banca, al no lograr renegociar la deuda, Martinsa protagonizó en junio la mayor suspensión de pagos de la historia de España, con una deuda que equivale al 97,5% de sus activos totales, lo que podría llevarla directamente a la liquidación, pese a que ha alcanzado un acuerdo con Caja madrid y La Caixa para aplazar ocho años el pago total de su deuda.

A Martinsa se le unió en Noviembre otro de los miembros del G14, Hábitat, con una deuda de 2.300 millones de euros. Junto a estas dos grandes, otras inmobiliarias más pequeñas, como Tremón o Contsa. De hecho, hasta septiembre 167 empresas del ladrillo se habían visto abocadas a la suspensión de pagos.

Y aunque otras empresas han evitado por el momento esta situación con la renegociación de su deuda, en otros casos ha sido la banca la que se ha quedado con parte de la propiedad de estas inmobiliarias, en un movimiento obligado ante la imposibilidad de los accionistas de afrontar sus deudas, respaldadas precisamente por sus participaciones accionariales.

De esta forma, la banca ha vuelto a un sector que había abandonado mayoritariamente a comienzos de la década.

El pasado mes de abril, Luis Portillo, el mayor accionista de Colonial, dejaba el control de la inmobiliaria a sus bancos acreedores, encabezados por el Popular y La Caixa.

Más recientemente, la familia Sanahuja, accionista de control de Metrovacesa tras la ruptura pactada con Joaquín Rivero, entregaba la mayoría del capital a seis bancos acreedores: entre ellos el BBVA, que vuelve al accionariado, y Santander y Banesto, que en el pasado fueron accionistas de referencia de Vallehermoso y Urbis.

Precisamente Sacyr Vallehermoso se ha convertido en la gran protagonista política, ya que su elevada deuda le obliga a desinvertir su 20% en Repsol, lo que la llevó a mantener negociaciones con la petrolera rusa Lukoil, que provocaron un duro enfrentamiento entre PSOE y PP.

De hecho, la deuda de la inmobiliaria a cierre del año se situará en los 12.746 millones de euros, a pesar de haber tenido que deshacerse de su participación mayoritaria en Citigroup.

De cara al próximo año, las amenazas de nuevas suspensiones de pagos siguen presentes, con inmobiliarias como Nozar o Reyal Urbis ahogadas por las deudas.