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El 'nuevo oro blanco' que amenaza a España: así se están quedando con el litio extremeño sin control del Estado

La fiebre del litio ha llegado a España. Bajo las sierras de Extremadura duerme una de las mayores reservas de litio de Europa, pero grandes intereses internacionales ya maniobran para explotar estos yacimientos sin garantías de control público. ¿Puede España quedarse fuera del mayor negocio del siglo XXI?
Foto de mina de litio
Foto de mina de litio

El litio se ha convertido en el recurso estratégico más codiciado del planeta. Su uso en baterías eléctricas para móviles, ordenadores y, especialmente, vehículos eléctricos lo ha situado en el epicentro de la transición energética. Países como China, Estados Unidos y Alemania libran una guerra geoeconómica silenciosa por asegurarse el suministro de este mineral crítico.

Extremadura: el epicentro español del litio... sin soberanía minera

España, y más concretamente Extremadura, alberga uno de los mayores yacimientos de litio de Europa en Cáceres: el proyecto Valdeflores. Se calcula que contiene más de 111.000 toneladas de litio extraíble, capaz de abastecer a millones de coches eléctricos. Sin embargo, el control de esta mina ya ha empezado a cederse a multinacionales como Infinity Lithium, con sede en Australia, y fondos de inversión de capital extranjero.

La Junta de Extremadura ha oscilado entre la parálisis y el entusiasmo. Y mientras tanto, la normativa estatal sobre minería ha demostrado ser obsoleta, sin capacidad de garantizar una participación pública en la extracción o beneficios fiscales relevantes para la comunidad autónoma.

Oportunidad perdida: ¿por qué España no tiene una empresa pública del litio?

Mientras países como Chile nacionalizan el litio y Bolivia negocia con Tesla desde el Estado, España carece de una estrategia nacional clara. No existe una empresa pública dedicada a este recurso, ni siquiera una legislación específica para minerales estratégicos.

Expertos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y catedráticos de Derecho Administrativo denuncian el vacío legal que permite a fondos extranjeros operar sin apenas compensaciones públicas.

Amenaza ambiental y resistencia social

El proyecto Valdeflores ha provocado una fuerte contestación ciudadana en Cáceres. Asociaciones como "Salvemos la Montaña" han reunido más de 30.000 firmas, alertando sobre los efectos irreversibles en el acuífero que abastece a toda la ciudad. La extracción con técnicas de minería a cielo abierto provocaría un impacto devastador en el ecosistema.

El propio Defensor del Pueblo ha recibido quejas formales por la opacidad de los procedimientos de evaluación ambiental.

Europa exige litio "verde" y España pierde el tren

La Unión Europea, a través del plan Critical Raw Materials Act, ha declarado el litio como "materia prima crítica" para la autonomía estratégica europea. Sin embargo, Bruselas también exige que la extracción sea sostenible, local y sujeta a parámetros ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza).

España tenía una ventaja competitiva con su yacimiento extremeño. Pero la falta de control público, sumada al conflicto social y la lentitud regulatoria, podría hacer que el litio español no cumpla los estándares exigidos y se pierda la oportunidad de ser clave en el suministro europeo.

La geopolítica del litio: el tablero invisible

El litio ha dejado de ser solo una materia prima. Ahora es un peón clave en la nueva geopolítica mundial. China ha comprado minas en África y Sudamérica, Estados Unidos busca acuerdos con Canadá y Australia, y Europa pugna por no quedar atrás.

España, con sus reservas de litio, tiene una oportunidad estratégica. Pero si no actúa ya, el “oro blanco” será otra oportunidad perdida para la soberanía industrial y energética del país.

¿Y ahora qué? Las propuestas que llegan tarde

Economistas y juristas ya plantean la creación de una Agencia Española del Litio, con competencias exclusivas para supervisar, intervenir o incluso explotar yacimientos directamente. La reforma del régimen de concesiones mineras, anclado en el siglo XIX, es otro punto urgente. También se reclama que el litio sea declarado "recurso estratégico de Estado", como el petróleo en su día.

Pero el reloj corre. Y mientras España lo piensa, empresas extranjeras ya mueven fichas en Cáceres, Galicia y Castilla-La Mancha.

El litio es el futuro. Pero el futuro no espera. Si España no reacciona, el tren del litio pasará de largo mientras otros se quedan con su riqueza. La pregunta no es si tenemos litio. Es: ¿a quién va a pertenecer?