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Basagoiti y San Gil se reencuentran en la entrega del Premio Gregorio Ordóñez

Al acto también han acudido un buen número de cargos y ex cargos orgánicos y públicos del PP, como Ignacio Astarloa.

También han estado presentes víctimas del terrorismo como Maite Pagazaurtundua y Pilar Ruiz, hermana y madre respectivamente del policía municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA; Mapi Heras, viuda del dirigente socialista Fernando Múgica, también muerto a manos de ETA; Cristina Cuesta, hija de otro asesinado por la organización terrorista; y el ex consejero vasco José Ramón Recalde, quien salvó la vida después de que un terrorista le disparase a bocajarro en San Sebastián.

Entre los presentes se encontraba también el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, además de otros representantes de la Justicia del País Vasco.

"Lo políticamente correcto"

En su discurso, Ana Iríbar ha insistido que no podrá perdonar ni a quienes asesinaron a su marido ni a quienes han profanado su tumba mientras la organización terrorista "gobierne en 42 municipios vascos, mientras en un jardín de Cestona se erija un monumento a un etarra, mientras tengamos que compartir vecindario con terroristas, asesinos excarcelados y enaltecidos social y políticamente" o "mientras amenacen de muerte a un solo concejal".

La viuda de Gregorio Ordóñez ha criticado que "cada vez queda menos gente de la que inició esta batalla", porque muchos, que no ha citado, se han acomodado en función de sus ambiciones políticas y se han sumado "a lo políticamente correcto".

"El perdón tiene límites"

Beristain, por su parte, ha recordado a Iríbar que "el perdón tiene límites" y que los teólogos que sostienen que las víctimas del terrorismo tienen que perdonar a los asesinos "no saben de teología, ni de humanidad, ni de nada".

El jesuita, que ha recibido emocionado el premio, ha reclamado "más derecho y más justicia en la cultura vasca", al tiempo que ha recordado que "en la Biblia se habla más de Justicia que de paz". Ha apelado a la necesidad de una "nueva resistencia y nueva solidaridad" en favor de las "macrovíctimas" del "vasco-idealismo extremista", ya que a su juicio "en determinadas circunstancias, no hacer algo concreto para reparar y dignificar a las víctimas" constituye un "pecado de omisión" o incluso un "delito de omisión".

Tras recibir este premio, que cumple su 14 edición, Beristain ha unido su nombre al de los galardonados en años anteriores, entre los que figuran la alcaldesa de Lizartza (Guipúzcoa), Regina Otaola (PP), el ex presidente del Gobierno Jose María Aznar, el filósofo Fernando Savater, la ex presidenta del Parlamento Europeo Nicole Fontaine, el escritor Antonio Muñoz Molina, el juez Baltasar Garzón, los municipios de Ermua y Hernani o el colectivo de profesores universitarios que suscribieron un manifiesto contra el terrorismo.