sábado, noviembre 2, 2024
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El «Un, dos, tres…» cumple 50: Cuando la tele era un ritual para la familia

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Prueba de la información biográfica

En la época de las plataformas, tabletas y teléfonos, nostalgia y familia son dos de las palabras que vienen a la mente de miles de personas al recordar al “Un, dos, tres…”, el mítico concurso de Televisión Española creado por Chicho Ibáñez Serrador, que este domingo celebra su aniversario: los cincuenta años de la emisión de su primer programa.

“Yo creo que fue el último programa que se vio en familia, los abuelos, los padres ,los hijos, todos estaban interesados en qué pasaba al final y siempre había algo para todo el mundo, siempre había algo que alguien estaba esperando”, cuenta a Efe Mayra Gómez Kemp, quien presentó el concurso de 1983 a 1988.

Creado por Narciso “Chicho” Ibáñez Serrador, el “Un, dos, tres…” acumuló un total de diez temporadas en varios periodos entre 1972 y el 2004, cuando se hizo la última versión, 19 programas (de los 13 firmados inicialmente) presentados por Luis Larrodera. “El efecto remember (recuerdo) del primer programa fue demoledor y fue una maravilla poder presentar el formato a quienes lo desconocían”, cuenta a Efe el presentador.

Este domingo se cumple medio siglo del nacimiento del inolvidable concurso y para celebrarlo Televisión Española ha preparado una programación que recordará al show que se convirtió en un icono de la televisión pública. Entre otros momentos, se rescatará el programa más antiguo conservado de 1972, presentado por Kiko Ledgard.

Un fragmento de la subasta final, en la que un matrimonio es tentado por el presentador a cambiar cofres o cajas por el contenido que hay detrás de una puerta. Tras dejar escapar dos pasajes a Mallorca, una calabaza (el premio más icónico y decepcionante del programa) y la posibilidad de llevarse un coche, marchan a casa con un lote de lavadora, frigorífico y lavaplatos.

También podrán verse los programas más antiguos completos, con la primera cabecera con rótulos anunciando a Kiko Ledgard, Ana, Aurora, Britt, Cira, Pilar y Yolanda (las azafatas) “en la parte positiva” y a Don Cicuta (Valentín Tornos) ayudado por Remigio y Arnaldo Cicutilla (Ignacio Pérez y Javier Pajares) “en la parte negativa”.

“Y si falla todo, el culpable será Narciso Ibáñez Serrador”, cierra una intro acompañada de la canción “No sea Ud. Cicuta”, que con los años sería olvidada por la inmortal versión cantada por la calabaza Ruperta, la mascota más longeva del concurso: «Un, dos, tres… aquí estamos con usted otra vez. Le ofrecemos un concurso alegre destinado a probar su ingenio».

“Era un formato que como concurso es brutal porque contiene las tres patitas, la primera la parte de la cultura, que generaba un enganche y una adicción brutal porque jugabas desde casa. Luego estaba la parte física, que es el número dos, y el tres, que es el azar”, cuenta Larrodera, haciendo alusión al origen de su nombre.

Ibáñez Serrador, maestro de la televisión e inspirador de decenas de creadores contemporáneos, buceó por el mundo hasta encontrar las tres claves del éxito de un concurso que atraía con furor y traspasaba la pantalla.

“Fue un programa que consiguió traspasar la pantalla de una manera increíble. Aparte de ser el acontecimiento de la semana, aquel día hasta los más rebeldes y los más pequeños hacían caso a la hora de ir a cenar. Frente al televisor no te querías perder nada de lo que había sucedido en el programa porque al día siguiente era el tema principal de conversación de todos tus amigos”, apunta Larrodera.

Así, si salía Tricicle haciendo una versión de “Soy un truhán soy un señor” de Julio Iglesias, “al día siguiente todos queríamos repetirlo y recreabas la coreografía”, recuerda el presentador, quien vivió como “un sueño hecho realidad” poder decir él mismo frente a la cámara la frase de “Hasta aquí puedo leer.”

Pionero es una de las palabras que acompaña siempre a Ibáñez Serrador. Pionero en formatos y también en decisiones, como la de elegir a Mayra Gómez Kemp -que recibió con incredulidad la noticia en la peluquería y pensó que estaba borracho- como presentadora del concurso.

“Todos en la profesión me decían, ‘no lo hagas, España no va a aceptar a una mujer haciendo ese trabajo’. El hecho de que me dijeran que una mujer no podía hacerlo, me empecino más en demostrar que una mujer sí podía, a pesar de los pesares”, cuenta a Efe la presentadora.

El programa contaba además con actuaciones musicales e interpretativas y otro de sus legados es que dio a conocer a decenas de cómicos y artistas. Salir en él fue un hito para personas como el presentador Dani Martínez, que vivió gracias a Chicho su debut en televisión.

“Cuando me vi bajando esa escalera, que yo había visto en la época de Mayra y sobre todo en la de Miriam Díaz Aroca y Jordi Estadella… No me acuerdo ni de cómo hice el texto. Estaba super nervioso. Poder contar que la primera vez que salí en televisión fue en el «Un, dos, tres…», que es para mí el formato más mítico que ha habido nunca en televisión en España, imagínate”, cuenta a Efe el también humorista, que participó en tres o cuatro programas de la última temporada.

Mientras que cada generación de la época en la que había dos canales primero, cuatro después, tuvo un programa que marcó época, con el “Un, dos, tres…”, confirma Martínez, “era tan grande el espectro de telespectadores que tenía, que le marcó a muchísima gente al mismo tiempo». EFE

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pem/fc

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