Fallece el periodista Carlos Carnicero, voz crítica y referente de las tertulias políticas

Carlos Carnicero Jiménez de Azcárate ha fallecido a los 73 años. Y se ha ido "en silencio, como vivió los últimos años con sus múltiples patologías y tras un viaje de recreo a Galicia", según ha informado en un comunicado la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
El comunicado difundido este martes 1 de julio por la APM, y firmado por el también periodista Luis Díaz Güell, subraya que "pocos contemporáneos de la profesión tenían acumulada una mochila de vivencias y desempeños tan densa y compleja como la de Carlos Carnicero".
Político, analista, escritor, presentador, director de revistas y programas televisivos, fundador de aventuras mediáticas y, por encima de todo, "un temible tertuliano radiofónico al que jamás ninguno de sus oponentes pudo desbancar del podio".

Una vida de periodismo, viajes y compromiso
Carnicero fue un habitual de las tertulias políticas tanto en radio como en televisión, donde destacó por su estilo crítico, su firme posicionamiento ideológico y su capacidad para el análisis. "Inquieto perseguidor de ideales y de noticias, de emociones y de lugares donde exprimir la vida", así lo recuerdan quienes compartieron oficio y amistad con él.
Hace apenas unos meses, un grupo de amigos le editó un libro con los mejores relatos de su vida. En esos textos, según relatan, estaba "el mejor Carlos Carnicero escritor", el del pulso íntimo y el viaje interior, el del periodismo vivencial desde una izquierda que, como remarca el homenaje, "nunca dejó de serlo".
El comunicado también resalta su carácter: "Desbordante y tremendamente generoso; no quería nada para sí; todo lo que tuvo lo utilizó para exprimir la vida al máximo, sin importarle si a él le quedaba algo".
Un legado plural que marcó generaciones
La huella de Carlos Carnicero está presente en varias generaciones de periodistas, oyentes y espectadores que lo siguieron durante décadas. Su voz acompañó los debates más tensos de la actualidad política en múltiples emisoras y cadenas, donde ejercía como una conciencia crítica e incómoda para sus adversarios.
Su forma de vivir el oficio, marcada por la intensidad, la inquietud y la escritura, lo convirtieron en un profesional singular. "Muchos le echaremos de menos", concluye Díaz Güell en nombre de la Asociación de la Prensa de Madrid.