Tres recientes noticias llaman la atención: el Papa rechaza a un Embajador francés por ser homosexual; Trump y Clinton reafirman sus respectivos liderazgos en las primarias americanas; Obama realiza una gira a Arabia Saudita, Reino Unido y Alemania.
Hace poco Francisco acogió a tres familias de refugiados sirios musulmanes. Se establecieron en Roma en viviendas propiedad de la Iglesia. El Estado de la Ciudad del Vaticano es demasiado pequeño (medio kilómetro cuadrado). Una lección a la Unión Europea aunque estos refugiados residan en realidad en Italia a cargo, en principio, del presupuesto vaticano.
El riesgo de los grandes comunicadores es el de vender humo
Sin embargo, esta generosidad ha sufrido una penosa contraportada: el Papa ha rechazado a un Embajador francés ante la Santa Sede porque es gay. Todos recordamos el “¿Quién soy yo para juzgar a un homosexual?” de Francisco. Una frase llena de esperanza en su día y ahora hueca.
El riesgo de los grandes comunicadores es el de vender humo. La igualdad de género en la Iglesia sigue siendo machista, la pedofilia parece aún un grave problema, la posibilidad del matrimonio de sacerdotes una utopía como el que el Papa esté dispuesto a una relación igualitaria y madura con España renunciando a injustificados privilegios de la Iglesia.
Francisco quiere facilitar la vida a los divorciados (sin anulación) vueltos a casar dirigiéndoles a curas de a pie y no solo a los obispos. Muchos ya consagraban su amor terrenal solicitando directamente la bendición a Dios obviando, como el propio Francisco, una Jerarquía eclesiástica carca contaminada por el poder desde que accedió al mismo con el Emperador Constantino en el siglo IV, alejándose así del cristianismo primitivo.
Con Trump, los republicanos temen asegurar la Casa Blanca a Hillary Clinton
Tras ganar la primaria republicana de Nueva York, con un 60% de los votos, Trump encara ahora una recta final hacia la Convención en julio con otras primarias en el camino, entre ellas dos importantes: Pensilvania y California. La posibilidad de que los dirigentes republicanos intenten descabalgarle es aún real. Para evitarlo el magnate debiera llegar a la Convención con 1237 delegados comprometidos con él. Puede que esto no ocurra. En tal caso sus oponentes probablemente intenten elegir otro candidato porque con Trump temen asegurar la Casa Blanca a Hillary Clinton.
Esta última ha reafirmado su liderazgo en la primaria neoyorquina de los demócratas logrando un 58%. Su nominación en julio parece imparable. Sanders solo puede pretender empujarla más a su izquierda lo que electoralmente es innecesario con unos republicanos tan conservadores. Está llegando el momento de recomponer la unidad del partido Demócrata. Sanders tendrá que tirar la toalla y, eventualmente, llegar a un acuerdo para apoyar a Clinton.
La consecuencia de acabar con Sadam Husein fuese el fortalecimiento de Irán
Obama ha viajado a Arabia Saudita para intentar sanar heridas difíciles de curar. Le reprochan no haber bombardeado en su día a Asad en Siria favoreciendo así la posterior intervención militar rusa que reforzó al dictador y, sobre todo, haber llegado a un entendimiento con Irán para frenar su búsqueda del arma nuclear. En la pugna con los iraníes por la preeminencia regional, enmascarada con la violenta enemistad religiosa entre chiís y sunnís, los saudíes preferían la demonización de Irán. Reprochan también a los EEUU, esta vez acertadamente, que la consecuencia de acabar con Sadam Husein fuese el fortalecimiento de Irán y de su influencia en Bagdad, Damasco y Beirut. Pero, eso fue cosa de Bush “junior”. Washington asegura a Riad su apoyo pero ya no le es feudataria, como antes, por el petróleo.
El actual marasmo político español desaconsejaba la visita de Obama a España
Obama completa esta gira visitando Reino Unido y Alemania. Dos importantes aliados y socios económicos. Ambos con liderazgos debilitados. En Londres, Obama apoyó la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Cameron se enfrenta a un referéndum indeciso que quiere ganar con un liderazgo oscurecido por un sombrero fiscal panameño. Merkel está en bajas horas por haber querido ser, inicialmente, solidaria con los refugiados sirios. Hasta su mentor y predecesor, Kohl, ha señalado que una cosa es acoger a unos pocos y otra, a muchos. De ahí su acercamiento a Turquía, a donde acaba de viajar con Tusk, Presidente del Consejo Europeo, para que contenga a estos refugiados.
Por España no pasa Obama. El actual marasmo político español lo desaconsejaba en todo caso. La relación de España con los EEUU es lo suficientemente intensa, incluidas las cuestiones de seguridad, como para que el Presidente americano nos hubiera visitado durante su mandato. El último en venir fue, en 2001, Bush, siempre el “junior”. Ni siquiera se ha convocado a España a una reunión en Hannover este lunes sobre temas de seguridad a la que asisten, además de Obama, Merkel, Hollande, Cameron y Renzi.
Madrid se vende mal en Washington a pesar de que somos un aliado valioso y un socio económico respetable. El próximo gobierno debería asumir plenamente ante la opinión pública española nuestro rol, necesario por interés propio, en los temas internacionales de seguridad.
Carlos Miranda
Embajador de España
Carlos Miranda