“Asociación de trabajadores para la defensa y promoción de sus intereses”. Así es como define la Real Academia Española el concepto de sindicato y así es como se autodenomina la organización ultraderechista Manos Limpias. Sin embargo, ni representa a los trabajadores, ni protege sus derechos laborales y sociales. Es decir, no cumple con los objetivos principales que desarrollan los sindicatos.
Además, tampoco cuentan con representación en ninguna empresa del país y se definen como “sindicato de ámbito nacional, independiente, no hipotecado por nada ni por nadie y que tiene como objetivo la defensa de los intereses legítimos y legales de sus afiliados”. “Tratamos de hacer cumplir los valores superiores de la Constitución: libertad, igualdad, justicia y pluralismo político”, añade la organización en su página web oficial.
El secretario general de Manos Limpias, el abogado Miguel Bernard, vinculado a Fuerza Nueva de Blas Piñar, explicó a El Mundo en 2014 que se trata de un “sindicato” que cuenta con aproximadamente 6.000 afiliados, aunque no existe información al respecto, y que un 30% de ellos pagan 120 euros de cuota anual. Este mismo viernes la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) ha detenido a Bernard acusado de un supuesto delito de extorsión, organización criminal, fraude contra la Hacienda Pública y falsedad documental. La Policía cree que Manos Limpias exigía dinero a bancos, instituciones y empresas bajo amenaza de presentar querellas y denuncias si no cumplían sus peticiones.
Denuncias polémicas
La organización fue creada en el año 1985 por el propio Bernard y desde sus inicios ha estado acompañada por la polémica. Manos Limpias ha destacado por sus controvertidas denuncias. Además de personarse como acusación en distintas causas de corrupción como el caso Nóos o el caso Bárcenas, la organización también denunció al movimiento 15-M, a clínicas abortistas, al exjuez en excedencia Baltasar Garzón, entre otras cosas por sus investigaciones sobre los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo, e incluso a los propios Lunnis, un programa infantil, por mostrar una boda gay.
El partido político Podemos también ha sido otro de sus objetivos. El autodenominado sindicato ha actuado contra Pablo Iglesias, secretario general de la formación morada, Juan Carlos Monedero, portavoz de la formación, o Guillermo Zapata, concejal del Ayuntamiento de Madrid, por sus polémicos tuits. De hecho, la Audiencia Provincial sentenció el pasado mes de octubre que Manos Limpias realizó un “ejercicio tendencioso o malicioso” por acudir a la Audiencia Nacional y a un juzgado de Madrid para intentar que dos juzgados instruyeran el caso Zapata.
De hecho, no es la primera vez que Manos Limpias recibe avisos por parte de la Justicia. En 2007 la organización ultraderechista estuvo investigada por orden del Tribunal Supremo por un delito de denuncias falsas y por la Audiencia Nacional por extorsión y fraude procesal.