El cambio de las últimas horas de Pablo Iglesias se ha materializado hoy con el órdago que lanzaba el líder de Podemos tras su reunión con Pedro Sánchez: Iglesias está dispuesto a apartarse para que se consiga formar un gobierno “a la valenciana”, es decir, un gobierno de coalición entre PSOE, Podemos e Izquierda Unida. Así se lo ha hecho saber a Pedro Sánchez, que ha transmitido al líder de Podemos las reservas de una parte del PSOE a que éste formara parte del Gobierno.
“Pedro Sánchez me ha trasmitido que en su partido hay un profundo rechazo a que forme parte de ese ejecutivo”, ha explicado Iglesias en una rueda de prensa tras una esperada reunión entre los líderes de PSOE y Podemos en el Congreso de los Diputados. Iglesias ha asegurado que no quiere “ser la excusa” para que el gobierno de progreso no llegue a buen puerto.“Queremos convencer al PSOE de que dé una oportunidad a la vía del 161”, la suma de los diputados de PSOE, Podemos (y las confluencias) e Izquierda Unida.
De este modo, el líder de Podemos cede el sillón de la vicepresidencia que él mismo se atribuyó en una rueda de prensa en la que ofrecía más de la mitad de un eventual gabinete de coalición con el PSOE. Pero Iglesias ha cerrado la puerta a la idea de un gobierno de coalición con Ciudadanos que lanzaba ayer Pedro Sánchez. “No vemos una opción de Gobierno con Ciudadanos”, ha zanjado el líder de la formación morada horas después de que su ‘número 2’ dijera que «valorarían» esa opción.
Aun así, Iglesias ha dejado claro que le gustaría tener a miembros de Podemos en el gobierno con el PSOE. Es más, ha mencionado a Carolina Bescansa, Íñigo Errejón y Pablo Echenique.
Negociación sobre el referéndum
Pero Iglesias ha explicado a la prensa las otras “cesiones” que dice haber hecho al PSOE. Pese a que sostiene que la postura de su formación respecto al referéndum en Cataluña es la misma, ha abierto la puerta a “explorar otras opciones”. Ha propuesto a Sánchez que los líderes del PSC, Miquel Iceta, y de En Comú Podem, Xavier Doménech, avancen «propuestas de consenso». Aunque, ha insistido, «nuestra posición sigue siendo la misma de siempre».