No es usual que Zapatero o Rajoy asistan los martes a la sesión plenaria de la Cámara Baja, jornada en la que habitualmente se debaten las proposiciones no de ley y las mociones consecuencia de interpelaciones, como en este caso. Pero la votación de este martes se preveía muy ajustada, ante posibles ausencias de diputados en las filas de unos y otros -no estaba, por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos- e imprevistos de último momento.
De hecho, así fue, puesto que de los 347 diputados presentes, 170 votaron a favor de la iniciativa del PP y 176 en contra; además se contabilizó una abstención, por error, que fue la del veterano diputado del grupo popular Vicente Martínez Pujalte.
Durante su intervención, el portavoz del PP, Cristóbal Montoro, afirmó que la subida del IVA es la manifestación más clara del fracaso de la política económica del Gobierno. Montoro reiteró el «no más rotundo y más firme» de su grupo al incremento del IVA por perjudicar a la recuperación y ser ineficaz y profundamente injusto. En su opinión, el incremento traerá más crisis y más paro, perjudicará al consumo y al empleo y pondrá contra las cuerdas a las pymes y a los autónomos. A su juicio, el incremento del IVA costará a los hogares 600 euros al año y 250 a cada persona.
En línea con el PP, el portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, mostró su «oposición radical» al incremento del IVA, pero desde un planteamiento «más comedido» al de los populares, ya que no se oponen a que este impuesto suba cuando se recupere la economía. Sánchez Llibre explicó que su grupo no participará más en debates a favor de la retirada de la subida del IVA, ya que cree que a partir de ahora «será responsabilidad del Gobierno» que haga caso o no a lo que se ha planteado en el Parlamento.
Por su parte, Joan Ridao de ERC indicó que desde el primer momento se mostró en contra de la subida del IVA por considerar que afectará negativamente al consumo, al ahorro y a la inversión y por tratarse de una medida recaudatoria. Dentro del mismo grupo parlamentario, Joan Herrera, de ICV, afirmó que es inaceptable subir el IVA de forma generalizada después de suprimir erróneamente el Impuesto sobre Patrimonio.
Desde el PNV, Pedro Azpiazu le dijo al PP que «no se puede soplar y sorber a la vez» y que no puede hacer de la rebaja impositiva la única medida para salir de la crisis y olvidarse de su repercusión sobre el gasto público. En su opinión, rebajar los impuestos no enviaría un buen mensaje a los mercados y a las instituciones, ya que se desestabilizaría más una situación bastante deteriorada.
La portavoz de NaBai, Uxue Barkos, aclaró que su voto favorable se produce desde «posiciones opuestas» a las del PP, ya que su grupo apuesta por una reforma fiscal al alza, pero no puede estar de acuerdo con «un Gobierno que se esconde en la subida de dos puntos del IVA».
Frente a los que han considerado oportunista la moción del PP, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, la calificó de «oportuna» para frenar una subida del IVA «que castigará a las clases sociales que más recursos necesitan».
El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, reprochó al grupo socialista que acuda a la izquierda parlamentaria para que no apoye una iniciativa que proviene del PP, pero sin negociar con la izquierda las políticas fiscales y olvidando el papel de los impuestos como elemento de redistribución de la riqueza.
Por parte del grupo socialista, fue el diputado Francisco Fernández Marugán quien se enfrentó a los populares para decirles que la única alternativa al mantenimiento de los tipos impositivos es llevar a cabo nuevas reducciones del gasto «más potentes y más intensas», un error político, según él, en el que no van a encontrar al PSOE.