Según los datos actualizados hoy por el Banco de España con la información remitida por las entidades, el saldo vivo de todos estos préstamos aplazados sumó 41.160 millones de euros.
En cuanto a las deudas hipotecarias, las entidades concedieron 226.285 moratorias hasta finales de junio, un 83,1 % de las 226.285 solicitadas, con un saldo vivo de 20.370 millones, según los criterios fijados en las medidas de apoyo a familias, trabajadores y colectivos vulnerables afectados por el COVID-19.
Estas y otras medidas se recogieron en un real decreto aprobado por el Gobierno el pasado mes de marzo.
Por otra parte, se recibieron 428.113 peticiones de moratorias de créditos sin garantía hipotecaria, que incluyen los créditos personales o de consumo y que se otorgó a 364.407, con un saldo pendiente de 2.719 millones de euros.
Las solicitudes de moratoria sectoriales, acordadas voluntariamente por bancos y cajas, fueron 614.058 y se concedieron 509.452, con un total de 18.071 millones de euros pendientes de amortizar.
Estas últimas son fruto de un acuerdo alcanzado a mediados de abril por las patronales de la banca (AEB) y de las antiguas cajas de ahorros (CECA), por el que se ampliaban los meses de aplazamiento del principal de los créditos.
Para los tres tipos de moratoria, la gran mayoría de deudores beneficiarios y avalistas (por encima del 70 %) es asalariado, añaden los datos.
Respecto a los trabajadores autónomos, el desglose por ramas de actividad muestra de nuevo que, para los tres tipos de moratoria, los principales sectores beneficiarios son comercio, hostelería y otros servicios, seguidos de actividades profesionales, científicas y técnicas, transporte y construcción.
En conjunto, estos sectores de actividad representan más del 75 % del total de moratorias para autónomos a las que se ha dado curso hasta la fecha, explica el Banco de España.
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