Hasta hace poco tiempo, José Ángel Sánchez movía los hilos de casi todo lo que ocurría en el Real Madrid, ponía su firma en las principales operaciones y el club no tenía la intención de que se conocieran demasiados datos sobre él. Ejercía de director general del club, pero no tenía que dar nunca explicaciones de lo que hacia ante la prensa. Sin embargo, Sánchez ha dejado de ser un intocable para Florentino Pérez, que valora un cambio en el organigrama del club para fortalecer su figura, mientras que su 'número dos' sabe que se puede dedicar a la transferencia de jugadores.
Algo ha cambiado esta temporada, cuando Florentino Pérez ha visto que su popularidad en el Bernabéu ha caído en picado por los escándalos en el césped y en los despachos. La contratación de Benítez, el fichaje frustrado de De Gea, la humillación del Barça, el caso Cheryshev y la sanción de la FIFA pusieron al mandamás al pie de los caballos y tiene que echar balones fuera de cualquier manera.
Con el cambio de Zidane por Benítez, la afición se ha quedado anestesiada por la tranquilidad que transmite el francés, pero el presidente sabe que el efecto del nuevo entrenador no durará eternamente. Por eso, desgasta a José Ángel Sánchez, puesto que sin director deportivo, necesita algún escudo bajo el que esconderse.
Florentino Pérez dio la cara ante todas las crisis del club, pero cuando se confirmó la prohibición de fichar, prefirió que Javier López Farré y José Ángel Sánchez ofrecieran las explicaciones. Eso fue una especie de castigo del presidente al director general, que no había ofrecido nunca antes una rueda de prensa, pese a que lleva más de quince años en el club.
En cambio, el mandamás blanco todavía no ha tomado una decisión firme sobre el futuro de José Ángel Sánchez, pero sabe que su destitución es una carta que puede usar cuando llegue el próximo momento delicado, si la presión del momento lo exige. Para ello, han comenzado una maniobra de desgaste hacia el número dos, al que sitúa ahora como el máximo responsable de la apuesta por Benítez.
José Ángel Sánchez tiene el futuro garantizado
Además, la extraña situación que se vive con el segundo entrenador también puede precipitar la marcha, según el portal Iusport. David Bettoni ejerce de ayudante de Zidane sin la licencia adecuada y fue inscrito como encargado del material para poder acceder al banquillo. El Comité de Entrenadores estudia presentar una denuncia por este caso y el Madrid se expone a otra nueva sanción, cuando el año pasado la situación de 'Zizou' en el Castilla ya generó un problema parecido.
Por todo esto, José Ángel Sánchez puede ser la víctima de una operación de cosmética que se culminaría con el nombramiento de un director deportivo. Pero será difícil que las decisiones importantes deje de tomarlas Florentino Pérez, ya que Fernández Tapias ya dejó claro que el poder del presidente era absoluto en una entrevista con Vanity Fair. “La junta está para oír lo que él decide, a quién se va a fichar. Yo creo en la democracia, pero al final alguien tiene que tomar decisiones”, comentó el vicepresidente.
Pese a todo, José Ángel Sánchez puede estar muy tranquilo, puesto que la experiencia que ha cogido en la gestión de fichajes en los últimos años le garantiza su futuro en el mundo del fútbol y le puede hacer ganar mucho más dinero. De hecho, su despido no le disgustaría demasiado, ya que no le van a faltar propuestas para colaborar e intermediar con los representantes, pero también puede aprovechar su experiencia para montar el negocio por su cuenta, como ya hizo el exdirector de comunicación, Óscar Ribot.
Por otra parte, también es el momento ideal para que todas las personas que quieren perjudicar a José Ángel Sánchez saquen a la luz algunos capítulos de 'Asalto al Real Madrid', el libro escrito por José Antonio Abellán en el que se acusaba al director general de planear en secreto la privatización del club. Según el periodista, solo Florentino protegía al ejecutivo, mientras que el resto de miembros de la directiva no confiaban en él. Sin embargo, el presidente le convirtió en su mano derecha durante mucho tiempo, a modo de agradecimiento, porque ejerció de “submarino” en la etapa de Ramón Calderón. “Florentino siempre lo definió como un enamorado del dinero”, según Abellán, y ahora puede encontrar la forma de ganar grandes cantidades con los fichajes de muchos clubes.