sábado, mayo 4, 2024
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Los puntos oscuros del pacificador Zidane

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Todo el mundo recuerda a Zidane por su volea mágica, por sus remates de cabeza en la final de Francia 98 y por sus ruletas y controles imposibles. Sin embargo, su cabezazo a Materazzi en Alemania 2006 quedó en la memoria de la afición como una mancha negra única en la carrera de un futbolista ejemplar, pero eso no es del todo así. A Zinedine Zidane se le cruzaban los cables con cierta frecuencia.

Zizou llega al puesto de entrenador principal del primer equipo como el gran salvador de un equipo que marcha a la deriva en la tercera posición de la tabla. Benítez tenía muchas tensiones abiertas con varios futbolistas y se supone que el nuevo técnico llega con el objetivo de conseguir que reine la paz en el vestuario, para que todos los futbolistas remen en la misma dirección que el entrenador.

En cambio, Zidane es un hombre con muchísimo carácter y también puede chocar con muchos futbolistas, aunque nunca tuvo problemas con sus compañeros en su etapa de jugador puesto que destacaba por su timidez fuera del campo. Sus peleas cuando estaba en activo llegaron contra los rivales y se produjeron tanto en la selección francesa como en todos los clubes por los que pasó, puesto que dio más de un cabezazo. En el Cannes, en el Girondins de Burdeos, en la Juventus y en el Real Madrid dejó muchos recaditos. En total, durante su carrera como futbolista acumuló doce expulsiones por sus nervios fuera de control.

Pese a todo, Florentino Pérez se encargó de etiquetar a su nuevo escudo protector como “el segundo entrenador cuando se consiguió La Décima”, como si el galo tuviese más mérito que Ancelotti. El antiguo ‘5’ llega como el amigo de todos, pero está claro que tiene mucha mejor relación con algunos futbolistas que con otros.

Con su llegada, Benzema y Varane tienen el puesto casi garantizado y los futbolistas que compiten con ellos por sus puestos pueden sentirse amenazados. Del mismo modo, hay motivos para apostar por una galización de la plantilla, puesto que Zizou ha apostado siempre por los fichajes de jugadores de habla francesa como Pogba o Hazard. Además, Zidane nunca ha sido un hombre de club en sus mensajes y más bien se ha comportado como un verso suelo en sus declaraciones, por lo que también puede crear algún conflicto en rueda de prensa.

Una experiencia que ofrece muchas dudas

Para empezar, cuando era el número dos de Ancelotti pidió el Balón de Oro para Ribery, cuando Cristiano Ronaldo también estaba nominado entre los tres favoritos. De hecho, el luso nunca tuvo un problema con el de Marsella, pero es de los que se apunta ese tipo de asuntos como agravios personales y los guarda de cara al futuro.

En cualquier caso, Zidane contará con el efecto del cambio a su favor en los primeros partidos. Hasta el derbi en el Bernabéu, que se jugará en la última semana de febrero, el Real Madrid no tiene ningún partido marcado en rojo en el calendario y puede acumular una buena racha de victorias, si todo va según lo esperado. Los jugadores le recibirán en un primer momento con los brazos abiertos, ya que cualquiera que venga después de Benítez será bueno para la mayoría.

Sin embargo, cuando lleguen los partidos complicados será cuando se verá si el Real Madrid ha apostado por un verdadero entrenador o ha hecho un experimento con gaseosa. En octavos de final de la Champions tiene un compromiso asequible, por lo que su gran prueba de fuego llegará en los cuartos salvo tragedia, donde será difícil esquivar a los mejores de Europa.

Zidane llega como el Guardiola del Madrid, pero las diferencias entre ambos son notables. El galo solo estuvo en el Real Madrid cinco temporadas, por mucho que Florentino se empeñe en situarle como el ‘quinto magnífico del fútbol’ sin discusión y no mamó los valores del club desde pequeño como Pep. Además, el catalán cogió al equipo al comienzo de la temporada y venía de ascender el filial de Tercera a Segunda B, cuando Zidane ha fracasado en su primera temporada en la categoría de bronce.

El Castilla tuvo una marcha muy irregular en la 2014/2015, pero llegó al mes de enero como un tiro. Marchaba líder cuando llegó a la plantilla Martin Odegaard, pero el joven noruego desató una lucha de egos que el entrenador no supo apaciguar. El equipo terminó quinto y ni siquiera jugó el playoff de ascenso. En la 2015/2016 deja al equipo en la segunda posición con un rumbo mucho más claro, pero no ha conseguido que la estrella, que cobra mucho más que el resto de sus compañeros, ofrezca unos números destacados, pese a que juega todos los partidos. En la primera plantilla, se va a encontrar muchísimos conflictos de este tipo y habrá que ver si los resuelve mejor. En su favor tiene que conoce mucho a los jóvenes de las categorías inferiores y podrá apostar con conocimiento de causa por el canterano que el madridismo espera desde hace lustros.

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