Era todo o nada, de visitante y con el equipo mermado físicamente. La presión de defender un título que costó ganarlo hasta tres finales, dos de ellas perdidas. Además, contra un rival nada sencillo, irregular, pero nada fácil de ganar. El Bayern de Munich es el equipo alemán más potente (al menos en lo económico), entrenado por uno de los mejores del viejo continente Svetislav Pesic y con jugadores consagrados en Europa. La presión, por tanto era mucha pero también dicen que los grandes equipos, al igual que los grandes jugadores, se crecen con la presión.
Apenas había pasado el ecuador del tercer cuarto cuando Pesic paraba el partido. Con semblante serio el experimentado entrenador, que hizo campeón de la competición al Barcelona en 2003, sometía a una sonora bronca a sus pupilos. La razón era un parcial de 2-18 a favor del Real Madrid que practicamente mataba el partido. El Madrid lo había vuelto hacer, una semana antes tras la salida de los vestuarios remontó en el tercer cuarto frente al Fenerbache, ahora había relegado al Bayern de Munich a dos puntos en poco más de 5 minutos. El equipo había encontrado su ritmo: presión en las líneas de pase, difíciles de superar en el uno contra uno que posibilitaba a los interiores aguantar posición para cerrar rebote e intimidar cuando fuera necesario. Bien asentados atrás, el ataque mejoró considerablemente. No solo el Madrid volvió a correr sino que los triples entraban (Llul hizo dos que silenciaron el Audi Dome), el balón circulaba y los blancos siempre encontraban a alguién solo que lanzará.
Los alemanes habían empezaron mejor el choque de la mano de un magnífico KC Rivers (acabarías el partido con 22 puntos y un 85% en triples) y con buenos movimientos de Dusko Savanovic que dieron las primera ventaja a los locales. Con siete abajo (12-5) el Real Madrid mejoró prestaciones gracias de nuevo al juego rápido con Sergio Llul y un gran Gustavo Ayón que los primeros 10 minutos los cerraba con 7 puntos y tres rebotes. El 'Titán de Nayarit' cerraría el partido con una valoración histórica de 41.
Un triple de Trey Thompkins, recuperado de sus molestias en la muñeca, daba la primera ventaja a los blancos. A pesar de ello, los bávaros se mantenían en el partido y el segundo cuarto fue para ellos. Los mejores minutos en el segundo cuarto para los blancos vinieron de la mano de los nuevos de este año, Jeff Tayler, Luka Doncic, Willy Hernangomez y el debutante Maurice Ndour. Reaccionó el Bayern imprimiendo una velocidad más a su defensa que ahogó a los madridistas y les permitió llegar al descanso con ventaja por dos puntos. Ahí termino el partido de los de Pesic, el resto fue completamente blanco.
Atacar lineas de pase y salir al contraataque. El mejor Real Madrid, el que ha gobernado a placer el baloncesto europeo en los últimos años aparecían en el Audi Dome. Para entonces, ni el mejor partido de KC Rivers en el Bayern, nivel superior incluso al exhibido en las semifinales de la pasada 'Final Four' supondría un peligro para los blancos. El último arreón muniques en el tercer cuarto lo cortó Thompkins de nuevo desde el perímetro, cerró la noche en Munich con un 3/3 en triples. Asimismo, aparecía la magia de Sergio Rodríguez en el partido, bajo su batuta llegaron los mejores minutos blancos y así los refleja la estadística: con el balear el Real Madrid hizo más 21. Sobervió también el partido de Llul que apareció en los momentos en los que su equipo más lo necesito, el de Maón acabó con 22 puntos.
Liberación. El Real Madrid se sintió libre en el último cuarto y no hay mayor peligro en el viejo continente que otorgar esa sensación al conjunto blanco. Con Sergio Rodríguez moviendo los hilos del juego durante los primeros 5 minutos ningún jugador madridista botó el balón en ataque más de tres veces que no fuera para penetrar, esa fluidez hizo que siempre se encontrará un jugador en posición óptima para lanzar. Unas veces en la pintura, otras en el perímetro y otras de la mano de Sergio Rodríguez con su característico triple tras 'dribbling' pasandose el balón por debajo de las piernas. 'Magic Chacho' cerró la exhibición en Munich con 9 puntos, 4 rebotes y 10 asistencias.
El final de partido tras el demoledor parcial blanco tuvo muy poca historia. Los alemanes empujados por 6.500 aficionados que no pararon de animar se esforzaron por cerrar dignamente el partido. Los blancos jugarán la semana que viene frente al Estrasburgo en el Palacio de los Deportes para certificar su pase al Top16.
FICHA TÉCNICA.
RESULTADO: BAYERN MUNICH, 67 – REAL MADRID, 86. (38-36, al descanso).
–EQUIPOS:
BAYERN MUNICH: Renfroe (4), Rivers (22), Thompson (10), Taylor (4) y Savanovic (9) –quinteto inicial–; Djedovic (-), Bryant (4), Micic (-), Zipser (9) y Gavel (5).
REAL MADRID: Sergio Rodríguez (9), Llull (18), Maciulis (7), Reyes (5) y Ayón (22) –quinteto inicial– Carroll (2), Thompkins (11), Taylor (6), Doncic (4), Hernangómez (-) y Ndour (2).
–PARCIALES: 18-20, 20-16, 13-29 y 16-21.
–ÁRBITROS: Christodoulou (GRE), Boltauzer (SLO) y Sahin (ITA). Eliminado por cinco faltas Thompkins.
–PABELLÓN: Audi Dome. 6.700 espectadores.