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FALTAN 7 DÍAS PARA LA CONCENTRACIÓN

La concentración por la independencia judicial clama contra la politización de la Justicia en España

El próximo sábado 28 de junio, a las 12:30 horas, las asociaciones más representativas de la judicatura española han convocado una concentración sin precedentes en defensa de la independencia judicial. El lugar: la misma puerta del Tribunal Supremo, en la Plaza de la Villa de París, Madrid. No es una protesta política, sino una llamada urgente a proteger los pilares de nuestra democracia
Concentración 28 de junio por la independencia judicial
Concentración 28 de junio por la independencia judicial

El reloj de la democracia marca una hora crítica. A las 12:30 del 28 de junio, frente al majestuoso edificio del Tribunal Supremo, la ciudadanía está convocada a una concentración que trasciende partidos y colores. El mensaje es claro: la justicia debe ser libre o no será justicia.

Las asociaciones APM (Asociación Profesional de la Magistratura), AJFV (Asociación Judicial Francisco de Vitoria) ,  FJI (Foro Judicial Independiente), AF (Asociación de Fiscales) y APIE (Asociación Profesional e Independiente de Fiscales) lideran esta cita ineludible para cualquier defensor del Estado de Derecho.

¿Por qué ahora? Un clamor ante el estancamiento institucional

Los órganos constitucionales —especialmente el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)— han estado años sin renovarse por falta de consenso político. La parálisis se ha convertido en una amenaza estructural.

Pero lo que desborda la paciencia de la carrera judicial no es solo la falta de renovación, sino el mecanismo por el cual se realiza. Los jueces no eligen a sus representantes. Son los partidos políticos quienes reparten cuotas, en una lógica más propia de un reparto de poder que de una democracia avanzada.

“No se trata de una protesta contra ningún poder del Estado”, aclaran las asociaciones. “Es una llamada en defensa de un Poder Judicial libre, imparcial y al servicio de todos los ciudadanos”.

Consecuencias reales: cuando la Justicia pierde legitimidad

Lo que está en juego no es solo una cuestión interna. La percepción ciudadana sobre la independencia judicial ha caído a niveles alarmantes. Según el Eurobarómetro, España se sitúa entre los países europeos donde menos confianza se tiene en sus jueces.

Esta desconfianza no nace de la calidad profesional de los magistrados, sino de la sospecha de interferencias políticas. Cada nombramiento judicial que huele a pacto partidista erosiona la confianza pública y da alas a quienes creen que la justicia es una herramienta de poder, no un contrapeso.

No hay democracia sin jueces independientes

Sin independencia judicial, no hay derechos seguros. Lo repiten los convocantes una y otra vez. ¿Puede un ciudadano confiar en que un juez será imparcial si su nombramiento dependió de un pacto político? ¿Qué ocurre cuando un juez investiga corrupción de quien le nombró?

“Porque no hay democracia sin una justicia independiente”, recuerdan en su manifiesto.

Este principio no es un eslogan vacío. Es una alerta que debería retumbar en cada rincón del Estado.

Abierta a todos: una llamada a la ciudadanía y operadores jurídicos

La convocatoria no es exclusiva del mundo judicial. Está abierta a toda la ciudadanía y a todos los operadores jurídicos —abogados, fiscales, funcionarios, estudiantes de Derecho— que compartan la preocupación por la deriva institucional.

“Acude. Defiende tu Justicia. Defiende tus derechos.”

Este no es un lema corporativo. Es un grito de socorro ante la inacción. Un recordatorio de que sin presión social, las reformas no llegan.

¿Qué exige el movimiento judicial?

Reforma urgente del sistema de elección del CGPJ, permitiendo que los jueces elijan a sus propios representantes.

Cese inmediato de injerencias políticas en nombramientos judiciales.

Respeto a la separación de poderes, como pilar del Estado de Derecho.

Revisión de las condiciones laborales y retributivas de la carrera judicial, para evitar precarización y clientelismo.

¿Y los partidos? Silencio o guerra de trincheras

Mientras la judicatura clama por reformas, los partidos mayoritarios siguen enredados en una batalla de vetos cruzados. Ni renuncian a sus cuotas ni promueven un modelo de despolitización. 

El Congreso y el Senado parecen más interesados en el control que en la reforma. Y eso, advierten los jueces, puede terminar arrastrando a la Justicia al descrédito total.

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