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Así te afecta el nuevo sistema de precios dinámicos en tiendas online

¿Te has fijado en que el precio del yogur que tenías en la cesta sube sin previo aviso? No es un error: es el nuevo sistema de precios dinámicos
Precios dinámicos
Precios dinámicos

Comprar por internet se ha convertido en una rutina para millones de personas, pero la experiencia de llenar la cesta online está cambiando sin que muchos consumidores lo sepan. Los supermercados online están adoptando modelos de precios dinámicos, una estrategia heredada del comercio electrónico y utilizada ampliamente por aerolíneas o plataformas como Amazon. ¿Qué significa esto? Que el precio de un producto no es fijo, puede cambiar varias veces al día en función de distintos factores.

¿Qué son los precios dinámicos?

En pocas palabras, los precios dinámicos son tarifas que se ajustan automáticamente según algoritmos que analizan en tiempo real el comportamiento de la demanda, el stock disponible, la competencia e incluso la hora del día. Si un producto se vuelve más buscado (por ejemplo, un protector solar durante una ola de calor), su precio puede subir en cuestión de minutos.

Esta estrategia no es nueva. Amazon la emplea desde hace años y gigantes del turismo como Booking o Ryanair han basado su modelo en ello. Pero la novedad es que ahora aterriza en los carritos digitales de Mercadona, Carrefour, Alcampo o Día, sin que muchos consumidores lo perciban.

El supermercado ya sabe más de ti de lo que imaginas

Con cada compra online, las plataformas recogen datos: qué productos buscas, cuánto tiempo tardas en decidirte, a qué hora compras, si eres cliente habitual o esporádico, si estás desde el móvil o el ordenador. Toda esta información alimenta sistemas inteligentes capaces de detectar patrones y ajustar los precios de forma personalizada o contextual.

Por ejemplo, si sueles comprar leche de almendra cada martes, el sistema puede detectar ese hábito y ajustar el precio ese día para ti o para todos los que compran ese producto con frecuencia. Algunos algoritmos incluso detectan si el usuario llega desde una web de comparadores y, en ese caso, ofrecen precios más competitivos solo durante esa sesión.

¿Es legal? ¿Es ético?

Legal, sí. Siempre que los precios estén claramente indicados antes del pago final, los supermercados no incumplen ninguna normativa. Pero desde el punto de vista ético, el debate está abierto.

Organizaciones de consumidores ya han pedido mayor transparencia. Argumentan que los usuarios tienen derecho a saber si el precio puede cambiar mientras navegan o si hay diferencias según el momento del día o el perfil del cliente.

“Esto afecta especialmente a los colectivos más vulnerables, que no pueden estar pendientes de cazar la mejor hora para comprar productos básicos”, explican desde FACUA. Además, este sistema favorece a los consumidores más digitales o con mayor tiempo para comparar.

Promociones fantasma y precios por perfil

El siguiente paso ya está en marcha. Algunos supermercados están probando algoritmos que lanzan promociones fugaces —de solo 10 minutos— o que ofrecen descuentos personalizados en función del historial de compras. Otros incluso han testeado precios diferentes según la ubicación geográfica del comprador (más caros en zonas urbanas de mayor poder adquisitivo).

Mientras, desde el sector defienden la práctica como una manera de optimizar recursos y reducir el desperdicio. Si hay productos perecederos con sobrestock, bajarlos automáticamente al detectar baja demanda puede evitar que terminen en la basura.

Consejos para el consumidor

  • Cierra la compra lo antes posible: cuanto más tiempo pases navegando, más probable es que cambien los precios.
  • Compara en distintas franjas horarias: algunos precios varían entre la mañana y la noche.
  • Activa las alertas o listas de favoritos para ver cuándo un producto baja de precio.
  • Utiliza el modo incógnito o borra cookies para evitar que los precios se ajusten según tu historial.

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