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El superviviente del envenenamiento con setas en Australia señala a Erin Patterson por su actitud sospechosa

El pastor Ian Wilkinson, el único que logró sobrevivir a la cena mortal, declara que la acusada evitó que los invitados accedieran a su cocina y se negó a recibir ayuda para servir la comida
Cocinando setas
Cocinando setas

La única persona que sobrevivió a la cena en la que tres comensales murieron por consumir setas tóxicas, el pastor Ian Wilkinson, ha declarado este martes en el juicio que se sigue contra Erin Patterson, acusada de asesinato y tentativa de asesinato. Wilkinson ha detallado que la acusada impidió que los invitados accedieran a su cocina y rechazó cualquier tipo de ayuda para servir la comida, lo que considera un comportamiento inusual y sospechoso.

El juicio, que se celebra en Morwell, en el estado australiano de Victoria, examina si Patterson, de 50 años, envenenó de forma deliberada a sus exsuegros, Gail y Don Patterson, y a Heather Wilkinson, hermana de Gail, durante una cena celebrada el pasado 29 de julio de 2023.

Una cena con solomillo Wellington... y setas venenosas

Durante la cena, se sirvieron solomillos Wellington individuales, compuestos por carne envuelta en champiñones y hojaldre, acompañados de puré de patatas y judías verdes. Según la Fiscalía, el relleno de champiñones contenía ‘Amanita phalloides, también conocida como oronja verde, uno de los hongos más letales del mundo.

Wilkinson ha recordado ante el tribunal que tanto Heather como Gail se ofrecieron a ayudar a Erin con los platos, pero ella se negó en rotundo y se encargó de servir personalmente todas las raciones. Además, ha relatado que los tres invitados comieron en platos grises, mientras que la acusada lo hizo en uno diferente, de color naranja tostado.

Otro detalle revelador ha sido la negativa de Patterson a que sus invitados vieran la despensa: “Noté a Erin muy reacia a que visitáramos su despensa”, declaró el superviviente, que también afirmó que la velada tenía como supuesto propósito informarles de que ella sufría cáncer, una enfermedad que más tarde se demostró nunca le fue diagnosticada.

Tres muertes y una supervivencia milagrosa

Los efectos del envenenamiento fueron devastadores. Don y Gail Patterson, ambos de 70 años, murieron junto con Heather Wilkinson, de 66, entre los días 4 y 5 de agosto, tras varios días de fuertes síntomas de intoxicación. Solo Ian Wilkinson logró sobrevivir, aunque pasó semanas ingresado en estado crítico.

Las sospechas sobre la anfitriona comenzaron poco después. La Policía de Victoria abrió una investigación que terminó con la detención de Erin Patterson en noviembre de 2023, acusada de tres delitos de asesinato y uno de intento de asesinato.

Antes del inicio del juicio, la Fiscalía retiró otros tres cargos adicionales que relacionaban a la acusada con supuestos intentos anteriores de envenenar a su exmarido, quien estaba invitado a la cena pero no acudió finalmente.

¿Accidente o asesinato premeditado?

Pese a la contundencia de los indicios, Patterson insiste en su inocencia. Su defensa sostiene que las muertes fueron consecuencia de un trágico accidente, no de un acto intencionado. Sin embargo, la insistencia en servir personalmente la comida, el aislamiento de la cocina, y el hecho de haber preparado un plato con ingredientes tan peligrosos, si se confunden con variedades comestibles, han sido argumentos clave de la acusación.

Setas venenosas, móviles ocultos y una historia aún sin final

El juicio, que comenzó el pasado 30 de abril, se prolongará durante cinco semanas. A lo largo del proceso, se esperan declaraciones de más testigos, incluido el exmarido de Patterson, y la presentación de pruebas forenses, como los informes toxicológicos que ya han confirmado la presencia de la letal ‘amanita phalloides’ en los cuerpos de las víctimas.

El tribunal deberá decidir si Patterson actuó con dolo y premeditación o si, como defiende su abogado, se trató de una desgracia involuntaria.