El gasto militar asfixia el desarrollo: la ONU alerta de un retroceso en la lucha contra la pobreza

El relator especial de la ONU sobre pobreza extrema, Olivier De Schutter, ha lanzado una severa advertencia al Consejo de Derechos Humanos: el mundo está siendo testigo de un alarmante retroceso en la lucha contra la pobreza, tras décadas de avances.
La razón, denuncia, es el drástico giro de las prioridades presupuestarias de numerosos países, que están desviando recursos destinados al desarrollo hacia el gasto militar y de defensa. Todo esto llega en plena discusión de la OTAN sobre el gasto militar que debe hacer España.
En su informe, De Schutter subraya que la ayuda oficial al desarrollo se redujo en 2024 por primera vez en seis años y podría caer hasta un 20% adicional en 2025. “Asistimos a un efecto dominó de recortes en la cooperación internacional, en un momento en el que más se necesita”, lamenta. La situación, añade, es especialmente grave dado el deterioro del clima, el aumento de los conflictos y el impacto de la inflación en las economías más frágiles.
Situación crítica con las crisis climáticas
El experto ha advertido que las crisis climáticas, como sequías, inundaciones, olas de calor e incendios forestales, se están convirtiendo en la nueva normalidad. Y quienes menos han contribuido al calentamiento global, los países de bajos ingresos y los hogares más pobres, son los que más sufren sus consecuencias.
Con vistas a la próxima Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo, que tendrá lugar en Sevilla entre el 30 de junio y el 3 de julio, De Schutter ha pedido a los Estados un cambio urgente de rumbo. Propuso medidas fiscales como impuestos al patrimonio y a las transacciones financieras, y la creación de un Fondo Mundial de Protección Social, con capacidad para movilizar 760.000 millones de dólares anuales. Este fondo garantizaría un ingreso mínimo y acceso a servicios básicos de salud en los 26 países más pobres.
“La protección social es nuestra herramienta más eficaz para reforzar la resiliencia ante las crisis. No podemos permitirnos abandonar a los más vulnerables en un momento como este”, concluye.