Última hora

Las razones de la dimisión de Rafael Pérez, secretario de Estado de Seguridad y número 2 de Marlaska

Desde Interior hablan de "desgaste", pero insisten en una relación de "confianza mutua" entre Pérez y Marlaska, aunque fuentes consultadas por ESTRELLA DIGITAL sostienen que la dimisión del secretario de Estado de Seguridad obedece "a una pérdida de peso político y a desavenencias con el ministro"

El general de la Guardia Civil Javier Marín con el ministro del Interior (izqda.) y el secretario de Estado de Seguridad.
Rafael Pérez (drcha.) en una foto de archivo con el ministro del Interior y el general de la Guardia Civil Javier Marín (en el centro), director del CITCO. (Foto: Ministerio del Interior).

La dimisión de Rafael Pérez, secretario de Estado de Seguridad y, por tanto, número 2 del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se producía este martes 27 de mayo "por motivos personales", en medio de una polémica que, según explican desde el Ministerio a ESTRELLA DIGITAL, es inexistente.

Mientras que desde Interior defienden que la salida de Pérez se debe al "desgaste acumulado tras más de siete años en el Departamento" (cinco de ellos como secretario de Estado) y recalcan que se marcha “en muy buenos términos” con Grande-Marlaska, otras fuentes a las que ha tenido acceso este medio aseguran que la situación entre ambos era "insostenible".

“Quería irse desde hacía tiempo y había continuado a petición del ministro, con quien tiene una magnífica relación”, aseguran fuentes oficiales, que añaden con rotundidad: “Cualquier otra versión es falsa, interesada o por alguien que no conoce nada ni al ministro ni al secretario de Estado”.

Pérez había "perdido funciones reales" en el Ministerio

Pero hay quienes insisten en que la marcha de Rafael Pérez responde a un "progresivo desplazamiento interno y a una pérdida de funciones reales en la toma de decisiones". Estas fuentes aseguran que el ministro asumía funciones que le correspondían a su número dos, y que "le pasaba por encima" en temas que eran competencia del secretario de Estado.

Marlaska, por ejemplo, "hablaba directamente con la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, y Pérez permanecía ajeno a esas conversaciones", aunque desde Interior restan credibilidad a estas afirmaciones e insisten en que la salida de Pérez ha sido pactada y sin ningún atisbo de mala relación entre él y Marlaska.

Dimisión en plena polémica por una supuesta manipulación en torno a la UCO

No habría relación por tanto, según la versión de Interior, entre la dimisión de Pérez y la polémica actual en torno al descrédito que, desde el Gobierno, se habría intentado realizar de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO.

"Las decisiones más sensibles del Departamento -apuntan fuentes de la Benemérita- se han tomado en los últimos meses sin contar con él". Y añaden que "el malestar de Pérez se arrastraba desde hacía tiempo y que, en los últimos meses, su papel era meramente testimonial". A ello se habrían sumado diferencias estratégicas en temas clave de seguridad, que terminaron de abrir una brecha definitiva.

Lo cierto es que la dimisión de Rafael Pérez, un hombre cercano, accesible y con un talante integrador, se produce en un momento de fuerte presión mediática e institucional para el Gobierno y para el propio Ministerio del Interior, tras revelaciones como las efectuadas por el empresario Alejandro Hamlyn, quien asegura haber sufrido un "intento de manipulación judicial en la Audiencia Nacional".

“Me ofrecieron impunidad si acusaba a la Guardia Civil y al fiscal Anticorrupción”, aseguraba Hamlyn, cuya defensa ha explicado que el empresario dispone de una grabación en la que le ofrecen retirar los cargos penales en su contra a cambio de declarar contra altos mandos de la Guardia Civil.

Rafael Pérez, el magistrado cordobés que llegó a Interior de la mano de Marlaska

Pérez, cuya dimisión se hará efectiva una vez aprobada en Consejo de Ministros, nació en Córdoba en 1981 y llegó al Ministerio del Interior de la mano de Fernando Grande-Marlaska.

Es magistrado letrado del Consejo General del Poder Judicial, donde ejerció la Jefatura de la Sección de Oficina Judicial, y, antes de ser nombrado secretario de Estado de Seguridad, ocupó el cargo de director del Gabinete del ministro del Interior.

Anteriormente había desempeñado su trayectoria profesional en diversos juzgados como los de Primera Instancia e Instrucción de Almadén (Ciudad Real) y los de Montoro (Córdoba), o el Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba.