Una subida "escalonada y creíble" de la tarifa eléctrica es la única forma de acabar con el déficit
En la actualidad, el Gobierno y las eléctricas trabajan en cerrar un acuerdo definitivo para poner fin al déficit de tarifa (diferencia entre los ingresos y los costes del sistema eléctrico), que asciende a unos 16.493 millones de euros.
Vives explicó que la única forma de acabar con el déficit pasa por ajustar las tarifas a los costes y abogó por un incremento basado en un calendario "creíble" y bien definido que las sitúe en línea con los precios de mercados.
Esto permitiría, además, una liberalización más efectiva y rápida de los mercados del gas y la electricidad, dijo Vives, que recordó que el haber mantenido durante años la luz artificialmente baja , unido a la ausencia de tarifas por tiempo de uso, ha conducido a unos niveles excesivos de demanda y ha provocado que la capacidad de las instalaciones resulte insuficiente.
La eliminación del déficit debería realizarse de forma simultánea al refuerzo de las medidas tendentes a aumentar la competencia en el mercado mayorista eléctrico, dijo Vives, que subrayó que las tarifas reguladas deben dirigirse a alcanzar un mercado energético más eficiente y competitivo, no a lograr el control de la inflación.
El estudio añade que antes de la eliminación del control de precios a nivel minorista, el regulador necesitaría asegurarse que la competencia entre empresas es lo suficientemente intensa en los mercados minoristas.
Preguntado por la posibilidad de que las primas a las energías renovables y la cogeneración salgan de la tarifa eléctrica y se carguen a los presupuestos del Estado, Vives se limitó a señalar que, antes de fijar las ayudas, habría que cuantificar los costes y beneficios externos de estas tecnologías.
Por otra parte, el estudio recomienda eliminar los impedimentos "artificiales", tanto legales como de regulación, para que se puedan hacer reestructuraciones corporativas eficientes en el sector.
Además, aboga por mejorar la estabilidad reguladora, lo que evitaría la incertidumbre actual sobre muchas áreas como, por ejemplo, en lo que respecta al control de fusiones, que en los últimos años "no se ha aplicado sobre una base consistente".
Regular subastas de gas
Por otra parte, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha enviado a la Comisión Nacional de la Energía, para su informe preceptivo, la Orden Ministerial que regulará las subastas para la compra de gas natural destinado al suministro de último recurso, destinado principalmente a consumidores domésticos.
Los resultados de estas subastas se utilizarán como referencia para la fijación de la tarifa de último recurso de gas, la única regulada tras la plena liberalización del mercado, informó hoy Industria en un comunicado.
Los comercializadores de último recurso deberán adquirir obligatoriamente el gas destinado a ese segmento mediante este sistema, en el que podrán participar como vendedores todos los comercializadores autorizados.
Las subastas serán inversas, es decir, que parten de un precio de salida y se procede a la reducción progresiva del mismo hasta llegar al equilibrio entre la oferta y la demanda, con el fin de garantizar el mejor precio para el consumidor final.
Estas pujas se realizarán, preferentemente, cinco meses antes del comienzo del periodo de entrega y su coste será soportado por las empresas que resulten adjudicatarias.