El Napoli es campeón de Italia: el título de una ciudad llena de pasión y fútbol

"Yo prefiero que el Nápoles gane la liga un año sí y un año no, porque no soy capaz de aguantar la fiesta durante meses que se monta en esta ciudad", contaba en enero, entre risas, el dueño de un bar en el Barrio Español a ESTRELLA DIGITAL, donde se juntan los aficionado a ver los partidos.
Y parece que su deseo se cumplió anoche, porque el Napoli, dos años después, vuelve a levantar un Scudetto, el cuarto de su historia y el segundo en tres años.
Festa a piazza Plebiscito per il gol di #ScottMcTominay#napoli #sscnapoli pic.twitter.com/DNR0E4XpNc
— Il Mattino (@mattinodinapoli) May 23, 2025
Lo hizo en casa, en el mítico Diego Armando Maradona, con toda la ciudad latiendo y empujando desde todos lados: en el estadio, a las afueras, en las Plaza del Plebiscito...
Seguro que el propio Diego, desde donde esté, se puso de su lado, sobre todo después de que en la jornada anterior estuvieran a un paso de perder la liga si el Inter ganaba, con solo un punto de margen.
Pero este campeonato estaba destinado a teñirse de azul celeste. Nápoles lo merecía. La ciudad vive por y para su equipo. No hay otra cosa.
El partido fue casi un trámite gracias a los goles de McTominay y Lukaku, que dejaron todo resuelto y permitieron que la fiesta empezara antes incluso del pitido final. Y vaya si se celebró.
Este Scudetto tiene incluso más mérito que el de hace dos años. El Napoli lo ha conquistado sin grandes estrellas. Osimhen, su máximo goleador, se fue en verano, y Kvaratskhelia, su jugador más desequilibrante, hizo las maletas en enero rumbo al PSG, dejando al equipo vendido a mitad de temporada.
Pero el Napoli es mucho más que once jugadores en el campo: es una ciudad entera, un millón de corazones empujando juntos a su equipo.
Antes de esta etapa gloriosa, el Napoli solo había ganado la Serie A en 1987 y 1990, con 'El Diego' como líder. Y su figura, considerada como Dios, sigue presente en cada rincón de la ciudad, pintada en murales, en camisetas, en el alma de los napolitanos.

Ahora toca celebrar durante tres meses, aunque hay un pequeño problema logístico: tendrán que redecorar toda la ciudad, que aún estaba adornada con el número 3, el de la anterior liga. Pero eso es lo de menos. Lo importante es que Nápoles, una ciudad llena de personas humildes con una pasión inquebrantable, vuelve a soñar.
Enhorabuena a todos los napolitanos. Enhorabuena, Napoli. "Sei il campione d’Italia".