Última hora

Fallece Mariano Ozores, leyenda del cine cómico español, a los 98 años

El cineasta madrileño, autor de casi un centenar de películas y referente absoluto del humor nacional, ha fallecido a los 98 años dejando un legado imborrable en la historia del cine español

Mariano Ozores / Academia de Cine
Mariano Ozores / Academia de Cine

Este miércoles, la Academia de Cine ha confirmado el fallecimiento de Mariano Ozores a los 98 años, en su domicilio de Madrid. Con una carrera marcada por la risa y el éxito popular, el guionista y director madrileño fue uno de los grandes impulsores del cine comercial en España, logrando congregar a más de 90 millones de espectadores en salas con sus 96 películas.

Ozores, que recibió el Goya de Honor en 2016, supo ganarse el cariño del público a pesar de que la crítica tradicional nunca terminó de reconocer su aportación. Su fórmula era clara: películas modestas, rodajes ágiles y guiones pensados para conectar con el espectador medio. Una receta que convirtió en oro cinematográfico durante más de cinco décadas.

Un origen entre bastidores y una vocación autodidacta

Nacido en Madrid en 1923, Mariano Ozores creció rodeado del mundo escénico. Hijo de los actores Luisa Puchol y Mariano Ozores, inició su camino profesional entre bambalinas, trabajando como tramoyista, apuntador y representante en la compañía familiar. Aunque intentó seguir los pasos de sus hermanos, José Luis y Antonio, en la interpretación, pronto comprendió que su lugar estaba en la escritura.

“Soy autodidacta. Ir de teatro en teatro, visitando pueblos y ciudades, me hizo ver como el público se reía, de qué se reía y cómo lo hacía”, confesaba el propio Ozores, quien desde joven observó con atención el comportamiento del público para entender los mecanismos del humor.

De guionista a director, una carrera forjada en la rentabilidad

La comedia como espejo social

Su incursión en el cine comenzó en 1952, cuando el productor Benito Perojo le confió el guion de Ché, qué loco. Durante años trabajó junto a Alfonso Paso y se convirtió en pieza clave de la productora de Perojo. También fue figura destacada en los inicios de TVE, llegando a dirigir programación y crear espacios como Aeropuerto Telefunken en 1959.

Ese mismo año, Ozores debutó como director con Las dos y media y veneno, protagonizada por sus hermanos y su cuñada Elisa Montes. Desde entonces, su ritmo de trabajo fue vertiginoso: en 1982 llegó a rodar seis películas en un solo año, todas concebidas bajo la premisa de entretener sin pretensiones. “Vamos a divertirnos un rato y de paso hacemos una película”, solía decir, respaldado siempre por su esposa Teresa Arcos.

El creador detrás del fenómeno Esteso-Pajares

A lo largo de su carrera, Ozores colaboró con grandes figuras del cine español: Lina Morgan, José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, Gracita Morales, Florinda Chico o Manolo Escobar, entre muchos otros. Pero fue su visión junto al productor José María Reyzábal la que dio forma a uno de los dúos más exitosos de la historia del cine español: Fernando Esteso y Andrés Pajares.

Con Los Bingueros (1979), el trío que formaban estos actores y Ozores inauguró una serie de películas que se convirtieron en fenómenos de taquilla. Yo hice a Roque III fue tan impactante que incluso retrasó el estreno de El Imperio contraataca en España. El cine de Ozores, en plena época del destape, logró reunir a millones de espectadores alrededor de su particular sátira social.

Una mirada humorística a los temas de su tiempo

Sus guiones, más allá de provocar carcajadas, retrataban las preocupaciones de la sociedad española. En un lugar de La Manga y Venta por pisos abordaron el auge inmobiliario; Los caraduros nació tras la expropiación de Rumasa; Que gozada de divorcio y Mi primer divorcio surgieron tras la aprobación de la Ley del Divorcio; y Los Bingueros reflejaba la reciente legalización del juego.

Ozores analizaba con rigor qué hacía reír al público. Asistía en persona a los cines con un magnetofón para grabar las reacciones del público. “Escribía lo que me gustaba porque primero soy público y después soy director”, afirmaba. En total, firmó 150 guiones.

Un legado eterno para el cine español

Miembro fundador de la Academia de Cine —poseía el carné número 18—, en 2016 recibió el Goya de Honor como reconocimiento a su trayectoria. En su emotivo discurso, recordó a sus hermanos y rindió homenaje “a ese ente misterioso al que se lo debo todo, el público, el respetable público”.

Para Mariano Ozores, la risa era el mayor distintivo humano: “La risa española es grande, explosiva y con un gran sentido del humor”. A su juicio, el humor conectaba al cine con el pueblo, y por eso nunca dudó: “Entre yo y el público, siempre elijo al público”.

Último adiós al artífice de la carcajada nacional

La capilla ardiente del director se ha instalado en el Tanatorio de la Paz, abierta al público desde la tarde de este miércoles. Amigos, familiares y colegas del cine español se acercarán para despedir a uno de los autores más queridos y prolíficos del séptimo arte nacional.