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La gallina cantó en Caracas

La gallina cantó en Caracas su copla sobre Honduras, al cabo de tantos días de silencio, y el gallo viejo alzó la voz en su corral habanero. Perdió gas la presión mediática y política orquestada por la alborada roja, y por San José de Costa Rica los hechos corroboran lo correcto del análisis del Comandante. Al menos en aquella de sus partes que se refiere a los hechos reales.

Por San José, efectivamente, cambió el viento de la crisis, que ya va rolando en dextrosum, girando a la derecha, y dejando descompuestos a quienes daban por hecho que el cambio bolivariano, a la izquierda, resultaría inevitable con el bloqueo que habían logrado en la OEA (Organización de Estados Americanos), luego de desconcertar en un primer momento a la novata Casa Blanca de Barack Obama. La final reacción de ésta, con la movilización, por la señora Clinton, del presidente Arias como mediador, les ha pillado a contrapié a quienes creyeron que ya tenían el gato hondureño en el talego y, de rebote, al mismo El Salvador del presidente Mauricio Funes, con sus dudas hamletianas entre sumarse a la senda de Chávez o a la centrada vereda del brasileño Lula.

Sorprendió, primero, el silencio del presidente venezolano cuando se hizo evidente que Manuel Zelaya no regresaría a Tegucigalpa para volverse a sentar en la poltrona presidencial, y no ha sorprendido nada que ahora, de franca y abierta forma, cargue contra Estados Unidos a propósito de una hipotética reacción militar frente a los avances del socialismo en el hemisferio hispánico.

Llámese como se quiera llamar al cambio del viento en la crisis de Honduras, lo cierto es que la puesta en marcha de la mediación Arias abre en la OEA una etapa diametralmente opuesta a la caracterizada por la labor como secretario general del chileno Insulza, aunque deba reconocerse que su visita a Tegucigalpa para entrevistarse con las nuevas autoridades, antes de que Zelaya intentara regresar a su país, tuvo -pese a regresar de vacío a Washington- un efecto mecánico muy sensible y positivo dentro de la dinámica de la crisis.

Muy en síntesis, cabe decir que tanto Caracas como La Habana dan ya por fracasada y perdida la operación Honduras, y que a estas alturas parece lo más probable que Zelaya le estén preparando un piso en Caracas para su estatus de refugiado político, toda vez que parece evidente su procesamiento por las responsabilidades contraídas en la extralimitación de sus poderes presidenciales. Y eso sería así de forma más o menos automática a no ser que los comisionados para la mediación costarricense convinieran lo contrario dentro de los acuerdos complementarios de una improbable renuncia de Manuel Zelaya a sus pretensiones de ser repuesto en la presidencia. Digo "improbable" porque más allá de la tozudez que se le atribuye está el peso de lo que digan sus aliados regionales: especialmente el Comandante de La Habana.

Cabría añadir también, como reflejo de la nueva situación, que la OEA esté ya saliendo fortalecida de la crisis. Y que Obama comience a reconocer que en política interamericana no es cierto que Bush estuviera equivocado en lo más importante...

José Javaloyes