El activista francés del medio ambiente ha cambiado de montura. Macron lo ha incluido en su gobierno como número tres, no un mero ministro de circunstancias. Sería un ejemplo para nuestro país, que está dejado de la mano del medio ambiente.
Hulot está ya marcando las prioridades. Corredor de carbono, impuestos especiales a la industrias más contaminantes y ayuda a las más innovadoras, ayuda en formación a los asalariados que puedan sufrir por esta transición, y acuerdos sobre la alimentación.
La lucha contra los pesticidas será otra de sus prioridades, para conseguir una agricultura más respetuosa con la salud y la naturaleza, sacándola de la lógica puramente productivista (recordemos que tiramos a la basura un tercio de los alimentos que producimos).
Aquí en España nos contentamos con criticar a Trump, sin mirar nuestra más que discutible, incompleta y timorata política medioambiental. Estamos todavía despertando, muy despacio, mientras las sequías son cada vez más largas, los veranos, primaveras, otoños e inviernos más calientes y, si sobrevolamos el país, veremos que es cada vez más un secarral.
Hace un par de semanas, Rajoy, junto al inefable y su discutible amigo Arias Cañete, anunciaba una futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética que, dados nuestros ritmos parlamentarios y la necesidad de reglamentos ejecutivos, podemos pensar que no será efectiva antes de cinco o seis años, es decir más para el primer cuarto de siglo. ¡Qué largo nos lo fían!
Y, por supuesto, la ministra Tejerina ausente de estos territorios y estos debates. Para eso tiene su amada Fertiberia, de la que fue conspicua Consejera Delegada. Todo un programa. Ella, con ir al Roland Garros… (¡en tierra batida!). Y muchos agricultores, encantados de seguir con nuestra insostenible agricultura a base de pesticidas, de glifosato y de agotar acuíferos. Con la sequía más grave en veintidós años, no dice ni pío ni hacen siquiera campañas de sensibilización, no sea que se enfade Asaja y los agricultores que derrochan el agua para regar olivas.
Por si no se lo creen, consulten los lectores la página del Ministerio, www.mapama.gob.es, el hashtag #EspañaPorElClima, y sobre todo intenten leer el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (así, todo con mayúsculas), con 59 páginas, más de la mitad de ellas a contar, enrevesada,ente, lo obvio que todos vemos: sequía, incendios, costas atiborradas de cemento, y así.
Pero si al leerlo se enteran de algo concreto, de medidas, de acciones, me lo dicen, por favor. Porque yo solamente encuentro frases hueras y literatura de consultor (con mucho palabro: integración, planificación, modelización, sinergia, sectores, sistemas, socioeconómicos, agentes implicados, evaluaciones, impulsar medidas, bottom-up approach, top-down approach, etc). No acertamos a comprender qué quiere decir.
Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye