Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, ha dado por hecha la ley de amnistía, que ha sido la prioridad en los últimos meses, pero reconoce que las pretensiones iniciales del independentismo catalán deben continuar. Es más, ha hecho un llamamiento a volver a la vía de la unilateralidad y a mantener la confrontación con el Estado.
Puigdemont ha intervenido este sábado en el Consell de la República en Francia justo a las puertas de cerrar un acuerdo con el PSOE. El expresidente reconoce que la ley de amnistía ha sido una victoria, pero que en ningún caso acabará con la «represión del Estado». Por eso, ha invitado al independentismo a hacer «los sacrificios necesarios» para alcanzar la independencia de Catalunya.
«Deberemos aprender a no poner la lucha anti represiva como la prioridad y a poder destinar todos los recursos económicos y materiales al servicio de la independencia. La pulsión represora del Estado está más excitada que nunca. Lo tendremos que confrontar», ha afirmado.
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Ahora comienza, en palabras de Puigdemont, una nueva etapa para Catalunya en la que pretenden continuar por la vía de la unilateralidad, ya que considera que debe ser «práctica» para hacer «materialmente posible la independencia». Y sin referirse directamente a la amnistía, ha asegurado que «la represión no se ha acabado y no se acabará por más leyes que hagamos».
Ademas, considera que debe ser el Consell de la República quien lidere esta nueva etapa porque cree que todo lo hecho hasta ahora «toma todo el sentido del mundo». El Consell es una estructura, paralela a la Generalitat, que se creó por el independentismo en 2018 y que está presidida por el propio Puigdemont. Sin embargo, es un espacio simbólico y que no tiene competencias políticas. Además, no es visto con buenos ojos por ERC.
Precisamente el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha respondido a las palabras de Puigdemont y le ha invitado a «no desaprovechar la oportunidad» de aprobar la ley que volverá la semana que viene al Congreso de los Diputados. También le ha recordado que su partido ha de «dar el visto bueno a la ley de amnistía» porque así se «liberará de la persecución a 1.500 personas».