Buenas noticias para las bolsas españolas. Después de los traspiés de enero y febrero, marzo registra una subida del 7%, el mismo porcentaje que se ha venido dejando en los dos primeros meses del ejercicio.
El Ibex se recupera, lentamente pero con cierta consistencia. Ya ha sobrepasado los 11.100 puntos y, repetimos la misma cantinela de todos los días, en el momento en que sobrepase los 11.300 se podrá hablar de consolidación.
Aún así hay que pensar en jornadas, como la de este jueves, en las que domina la recogida de beneficios, pero las cosas parecen pintar bien para los inversores.
La incógnita a este panorama positivo sigue residiendo en el comportamiento de los bancos. Los grandes, Santander y BBVA, siguen la senda bajista, y parece unirse a las mismas los medianos, Bankinter y Sabadell. Más volátil parece ser el comportamiento de los otros blue chips del Ibex. Repsol, Iberdrola y Telefónica siguen jugando al ratón y al gato. Un día suben y otro bajan.
Pero éste no parece ser un fenómeno exclusivo de España. En Europa, el comportamiento de los grandes valores sigue oscilando entre las pequeñas pérdidas de un día, y las pequeñas ganancias al siguiente.
En resumen. Mercados prácticamente planos a la espera de acontecimientos. Y así no es de extrañar que los inversores desvíen su dinero hacia la renta fija. Esa sí que sigue siendo el verdadero chollo financiero del momento. Los Estados, debido a la crisis, necesitan liquidez y las subastas para obtener recursos son, cada día que pasa, más atractivas.
Así pues, a la espera de lo que pase. Horizonte despejado para muchos, pero con ciertas incógnitas a corto plazo que originan una ligera volatilidad sin apenas trascendencia.