Manuel Benítez ‘El Cordobés’, en sus mejores años, cuando le preguntaron por el apoderado taurino, lo definió diciendo que es quien se forra detrás del madero. En el fútbol los apoderados son representantes. No tienen la misma denominación, pero también se ganan sus dineros en el burladero. Nadie les critica por errores de sus poderdantes. En el fútbol, últimamente, los apoderados están tomando posiciones de primera fila.
Ocurrió hace unos días. Entre la esposa y su denominado Agente FIFA de Kaká lanzaron al mercado digital la acusación de que Manuel Pellegrini era un cobarde por haberle sustituido. A Santiago Bernabéu no le gustaban los futbolistas con papá. Le ocurría como a los empresarios teatrales, quienes tampoco estimaban a las vedettes con mamá. Los papás de Bernabéu son ahora los intermediarios.
En el Barcelona han tenido también cierto rifirrafe a causa de la salida de pata de banco de quien gestiona los dineros de Ibrahimovic. La suplencia ha hecho salir a la palestra a quien ha dado la cara por el jugador, quien, probablemente, para no acabar de asomar sus particularidades, las que conocieron en Milán, ha permitido que hayan piado por él. Guardiola ha pedido que el jugador controle a su intermediario. En Can Barça traspasaron a Eto’o porque daba problemas y se fichó a Ibrahimovic, quien no tiene mejor carácter. Claro que éste se esconde detrás de su parapeto particular.
Da la impresión de que se han cambiado los papeles y si quienes moderaban y aconsejaban prudencia son ahora los enredadores acabaremos creyendo que detrás del madero se tienen demasiadas ventajas y habrá que reclamar que de vez en cuando también sufran alguna cornada. En ocasiones convendría declarar persona non grata a algún embolicador.
La Liga de Fútbol Profesional ha hecho caso a recomendaciones internacionales y pretende implantar en los presupuestos de los clubes la obligación de moderar hasta el 70 por ciento del presupuesto los salarios de los futbolistas. Habrá, indudablemente, numerosas trampas, pero es principio de buen camino en lo económico. Quienes pondrán pies en pared serán los representantes. Se les recortarán los beneficios, el tanto por ciento.
Julián García Candau