Antes de la aparición de Miguel Indurain, en el ciclismo español todos los ciclistas españoles seguían el mismo patrón. Su altura y características físicas les llevaba a especializarse en la montaña, pero con la aparición del navarro y de Óscar Freire se rompieron todas las barreras. El ciclismo español vivió una larga edad de oro que parecía no tener fin y todos se malacostumbraron, pero la lista de convocados presentada por Javier Mínguez para el Mundial confirma, como ya intuían desde hace tiempo muchos aficionados, que el relevo generacional no está a la altura de los últimos grandes primeros espadas.
Carlos Barbero y Diego Rubio (Caja Rural-Seguros RGA), Jonathan Castroviejo, Imanol Erviti, Juan José Lobato y Fran Ventoso (Movistar), David De la Cruz (Etixx-QuickStep), Omar Fraile (Dimension Data) y Luis Ángel Maté (Cofidis) son los elegidos para la gran prueba en ruta que se disputará en Catar el próximo día 16, donde salvo sorpresa mayúscula será difícil ver a un corredor español entre los primeros clasificados. Fran Ventoso, Juanjo Lobato y Carlos Barbero son los que cuentan dentro del equipo con una punta de velocidad más llamativa, pero no parecen preparados para ganar en ningún caso a los mejores especialistas.
La retirada de Joaquim Rodríguez ya era un duro golpe para el conjunto de España, pero la renuncia de Valverde hace que los españoles puedan ver con algo de antelación un futuro que no ofrece muchas garantías. El murciano mandó un mensaje al seleccionador para decirle que “la cabeza le había dicho basta” después de una temporada demasiado exigente para sus 36 años.
Por todo esto, todo el peso en este Mundial recae sobre la espalda de Jonathan Castroviejo, harto de quedarse siempre a las puertas de la gloria en la lucha contra el crono. Sin embargo, el circuito asiático es demasiado llano y no favorece en nada al estilo del ciclista de Getxo.
Asimismo, tampoco se vislumbra en un futuro cercano a muchos corredores españoles capaces de luchar con regularidad por triunfos en una gran vuelta. La cuarta plaza de Alberto Contador en la última Vuelta demuestra que el pinteño no pasa por su mejor momento a sus 33 años. Además, su exjefe Oleg Tinkov, que ya le criticó con dureza hace años, no duda a la hora de asegurar que cree que su presencia dentro de las formaciones resulta dañina por culpa de su actitud.
Mikel Landa mezcla luces y sombras
“Me he llevado mucho peor con Contador que con Sagan. De hecho, no tengo relación con él. Le respeto por su pasado como corredor, pero es alguien que nunca me ha gustado. No me gusta. Incluso en el equipo, la mayor parte de los corredores no le quieren. Terminó teniendo mala relación con casi todos, excepto con su pequeño grupo de españoles. El mánager del Trek debe tener cuidado. Ha firmado a un grupo, pero creo que ese grupo creará mucho follón en Trek. Quiero advertir a Guercilena sobre esto. Resulta difícil montármelo a mí porque soy fuerte y tengo pelotas, pero estoy seguro de que llevará mal ambiente al Trek», comentó el magnate ruso.
Con esta situación, muchos ya hablan de una generación perdida en el ciclismo español, pero esta situación no es fruto de la casualidad. La venta de bicicletas crece año a año en España, cada vez más gente se reúne para salir de ruta y transmite esa afición a sus hijos, pero la estructura profesional está muy debilitada. Movistar es el único equipo español de categoría UCI WorldTour, con un grandísimo y jovencísimo líder colombiano, que impide una apuesta más clara por un nuevo valor patrio. Por otro lado, Caja Rural también se mantiene como profesional en la categoría Continental, pero la comparativa con el número de formaciones españolas destacadas que existían en el pasado resulta insultante y deja a las claras que las oportunidades para los jóvenes valores españoles son muchísimo más reducidas.
Este año, los españoles han logrado vencer solo en una etapa, tanto en el Tour como en la Vuelta. No obstante, el país ha logrado ganar en el ranking UCI de naciones, pero lo ha hecho gracias a los puntos cosechados por cuatro ciclistas que sobrepasan con holgura la treintena. De hecho, Ion Izagirre, con 27 años, es el único veinteañero entre los cinco ciclistas que computan para esta clasificación. Asimismo, llama poderosamente la atención que en la última Vuelta hubo más franceses que españoles, cuando en años anteriores la tendencia era claramente la contraria en todas las grandes pruebas.
Por otro lado, el equipo vasco Murias Taldea y la apuesta que quiere realizar la Generalitat Valenciana por el ciclismo son algunos de los brotes verdes que hacen pensar que tras la crisis económica volverán las oportunidades, pero todo hace indicar que los años de sequía son inevitables. Además, las inversiones en la cantera también escasean, aunque existan proyectos bonitos como el Team Contador.
En cambio, dentro de este mar de sombras también se pueden ver algunas luces de tamaño considerable. La que más brilla es sin duda alguna la de Mikel Landa, ya que su exhibición en el Giro 2015 lo colocó entre los superclases de este deporte por derecho propio. No obstante, su progresión se ha frenado de golpe en 2016 y a sus 26 años tiene que adaptarse cuando antes a su complicado rol en el Sky.
Rubén Fernández demostró su talento en Ézaro en esta Vuelta y muchos le consideran el futuro Alejandro Valverde, pero todavía es muy joven como para ponerle esa etiqueta. En cualquier caso, también habrá que estar pendientes de la evolución de Juanjo Lobato, Jesús Herrada, Omar Fraile, Peio Bilbao, Carlos Verona y Carlos Barbero, aunque todos ellos tendrían que trabajar muchísimo para convertirse en corredores más completos, capaces de luchar por victorias con regularidad en las grandes pruebas. Ion Izagirre y David De la Cruz ya saben lo que es llevarse una etapa en una grande y pueden repetir sus triunfos en el futuro, pero resultará muy complicado que luchen por las generales más importantes.
Felipe Poza