"Se acerca el fin" de la guerra de Iraq
El presidente estadounidense basó en buena parte su campaña electoral presidencial de 2008 en la promesa de poner fin a la guerra en Iraq, donde entonces se encontraban cerca de 150.000 soldados. El año pasado anunció la salida de las tropas de combate para finales de agosto, y la marcha de los últimos soldados para finales de 2011.
El presidente estadounidense, que hizo escasas referencias a la política exterior en un discurso de corte eminentemente económico, aludió también a la lucha contra el terrorismo y la guerra en Afganistán, donde el pasado diciembre anunció el envío de más de 30.000 soldados adicionales. Allí, aseguró, los soldados estadounidenses podrán empezar a regresar en julio del año próximo.
"Recompensaremos el buen gobierno, reduciremos la corrupción y apoyaremos los derechos de todos los afganos", sostuvo el presidente estadounidense, que reconoció que "habrá aún días difíciles por delante, pero tengo confianza en que tendremos éxito".
Terrorismo
En relación a la lucha contra el terrorismo, en particular tras el intento de atentado contra un avión que cubría la ruta Amsterdam-Detroit estas Navidades, aseguró que "reparamos fallos inaceptables revelados por ese ataque fallido, con mejor seguridad aérea y acciones más rápidas de nuestros servicios de inteligencia".
Asimismo, aludió a la amenaza que representan las armas nucleares para advertir a Irán que si continúa haciendo caso omiso de sus obligaciones internacionales "encararán consecuencias cada vez mayores", al igual que Corea del Norte "afronta un aislamiento mayor y sanciones más fuertes, que se hacen cumplir rigurosamente".
En su discurso, Obama apenas mencionó a Haití, donde ha enviado equipos de auxilio y soldados tras el fuerte terremoto del pasado 12 de enero. Sí recordó que "cerca de 10.000 estadounidenses colaboran con muchos países para ayudar a la gente de Haití a recuperarse y reconstruir el país".
En el palco de la primera dama, Michelle Obama, se encontraba entre una treintena de invitados el embajador haitiano en Washington, Raymond Joseph.