La negociación sobre el futuro de Caja Madrid arranca sin el Partido Popular
Sin embargo, para los seguidores de las tesis del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y del presidente de la caja, Miguel Blesa, la negociación debe llevarse a cabo en el marco de la propia entidad, con el objetivo de que el PP de Madrid, presidido por Esperanza Aguirre, no monopolice el diálogo.
Según informaron fuentes políticas y sindicales, el núcleo duro de la negociación lo forman los dos sindicatos, aunque también se cuenta con el presidente de la patronal CEIM, Arturo Fernández. Así, los secretarios generales regionales de CCOO y UGT, en contacto permanente con el líder del PSM, Tomás Gómez, intentan llegar a un acuerdo que no sólo desbloquee los problemas actuales en los órganos de la caja, sino que se extenderá en el futuro.
En concreto, para Comisiones Obreras, que en los últimos 12 años ha gozado de una holgada posición de representación en la entidad, la negociación será crucial de cara al futuro. Y es que gracias al acuerdo entre el PP, Izquierda Unida y Comisiones Obreras-COMFIA (trabajadores de la entidad), el sindicato logró situar desde 1997 a cuatro representantes en el seno del Consejo de Administración y a dos en la Comisión de Control, la misma cifra que PSOE, mientras UGT quedaba con un sólo miembro en cada órgano.
Por tanto, para las tres partes es trascendental conseguir del Gobierno regional, que se ha mostrado dispuesto a negociar, cierta "modulación" en la aplicación de la Ley de Cajas recientemente reformada, que les garantice una participación adecuada en el futuro periodo que debe arrancar en septiembre próximo, cuando la asamblea general salida del actual proceso electoral elija a los nuevos órganos de poder.
Aviso a navegantes
El secretario general de CCOO de Madrid, Javier López, lanzaba ayer un claro aviso a navegantes, al señalar que mantendrá esta situación indefinidamente hasta que haya frutos en la negociación, "sea en febrero, marzo, abril o cuando sea". No obstante, esperó que el Consejo de Administración de Caja Madrid y la elección de su presidente tenga lugar en el 2009, tal y como está previsto.
En la situación actual, por tanto, se ha roto el equilibrio de fuerzas entre los partidarios del Ruiz-Gallardón y Aguirre, que han dejado en la zozobra a la entidad en los últimos meses. De hecho, en la práctica, la ausencia de Comisiones Obreras en el 'bando' de los 'gallardonistas' deja sin mayoría a Blesa en el Consejo de Administración y bloquea la Comisión de Control.
El fondo de la negociación sigue siendo qué Ley es aplicable al proceso electoral actual, que decidirá el reparto de los 320 puestos en la asamblea general que designará al futuro presidente. Con la Ley de 2008, el Ayuntamiento de Madrid ve reducidos sus representantes de un 70% (según la Ley de 2003), a un 30 por ciento de los miembros previstos para el sector de las corporaciones locales.
"Los sindicatos tampoco estamos de acuerdo en que, ahora por la vía de un cambio de Ley, se nos relegue a un último plano", manifestó por su parte el secretario general de Comisiones Obreras, en referencia al drástico recorte que la Ley de Aguirre aplicaría a sus representantes en la caja de ahorros.
Por su parte, el secretario general de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez, indicó que "la mejor salida" para solucionar el conflicto de Caja Madrid es "un acuerdo entre las partes en el que habrá cesiones, logros e intereses contrapuestos" para que prevalezca el interés de la entidad.
El consenso, sin embargo, no verá la luz si CCOO, UGT y PSOE no encuentran acomodo en el futuro reparto, pero tampoco mientras una parte del Partido Popular no reconozca como interlocutor a la persona designada por la otra. Fuentes cercanas al Gobierno regional, no obstante, subrayan que la presidenta del PP de Madrid es Esperanza Aguirre y por tanto es ella quien cuenta con la legitimidad para negociar un acuerdo entre partidos y sindicatos.