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El fenómeno del “brainrot italiano”, la tendencia absurda que arrasa en TikTok

Del surrealismo digital al marketing viral: cómo una moda sin sentido está capturando millones de visualizaciones
Fenómeno viral brainrot
Fenómeno viral brainrot italiano

En el frenético ecosistema de las redes sociales, pocas modas capturan la atención colectiva con tanta rapidez y extrañeza como el reciente fenómeno del brainrot italiano. Este movimiento, nacido del humor absurdo y potenciado por inteligencia artificial, se ha convertido en un estandarte de lo que la Generación Z considera “contenido irresistible”: raro, ridículo y misteriosamente adictivo. En TikTok, Instagram e incluso en campañas de grandes marcas, el brainrot italiano ha dejado de ser una broma privada para convertirse en una ola cultural.

¿Qué es exactamente el brainrot italiano?

El término “brainrot” se refiere a una saturación de contenido que abruma los sentidos, generalmente de manera humorística o desconcertante. En este caso, el brainrot italiano utiliza imágenes generadas por IA —principalmente con Midjourney y otras herramientas— de criaturas humanoides deformes, personajes que parecen sacados de una ópera grotesca o un cómic postmoderno, acompañadas de nombres con sonoridad italiana como Pizzicato Supremo, Galletino Bombardino o Ballerina Cappucina.

Estos nombres no tienen traducción literal ni sentido lógico. Son inventados para sonar exageradamente italianos y teatrales, reforzando la idea de un mundo alternativo caricaturesco, donde la lógica visual y lingüística se disuelve.

Los vídeos que presentan estos personajes suelen estar narrados con voces de texto a voz con acento italiano forzado, música de fondo clásica o paródica, y efectos visuales saturados. Todo ello crea una experiencia audiovisual que busca, precisamente, lo que su nombre sugiere: un cortocircuito cerebral.

La tendencia parece haber nacido a inicios de 2024 en algunos subforos de Reddit y Tumblr donde los usuarios compartían imágenes generadas por IA con títulos humorísticos. No tardó en llegar a TikTok, donde las cuentas comenzaron a agrupar estos personajes bajo el paraguas de “brainrot italiano”, sumando millones de visualizaciones en cuestión de semanas.

Su popularidad explotó especialmente entre la llamada Gen Z, que ha desarrollado una afinidad única por el humor absurdo, lo meta, lo post-irónico y lo imposible de categorizar. Para estos usuarios, cuanto más alejado esté el contenido de la lógica tradicional, mejor.

En pocos meses, la tendencia ya contaba con hashtags virales como #ItalianBrainrot, #FettuccinaFreaks o #AIOperaVision, y superaba los 800 millones de visualizaciones combinadas.

De lo absurdo al marketing

Lo más sorprendente del fenómeno ha sido su rápida adopción por parte de grandes marcas. Samsung, por ejemplo, lanzó en TikTok una campaña de su Galaxy AI con un spot protagonizado por un personaje tipo brainrot, anunciando en falso una función llamada “Traductore Extravagante” que supuestamente permitía traducir en italiano shakesperiano.

Ryanair no se quedó atrás, parodiando las tarifas básicas de sus vuelos con un vídeo donde aparecía el personaje Capitanissimo Burattino, explicando cómo caber en una maleta si te “transformas en gnocchi digitali”.

Incluso cuentas de moda como Zara o Balenciaga han coqueteado con esta estética surrealista, subiendo imágenes con estilo gótico-renacentista digital y nombres imposibles como Rinascimento Fluido 7.0 o Opera Nova del Caos.

¿Por qué engancha tanto?

Varios factores explican el éxito viral del brainrot italiano:

  • Nostalgia deformada: la sonoridad italiana evoca referencias clásicas —ópera, comida, arquitectura—, pero distorsionadas hasta la parodia.
  • Misterio algorítmico: al no tener lógica, cada vídeo es impredecible, lo que mantiene al usuario enganchado.
  • Lenguaje global: el acento, las voces y las imágenes cruzan fronteras fácilmente.
  • Estética post-verdad: no se pretende que nada sea real, todo es una broma consciente, un delirio compartido.
  • Participación colectiva: cualquiera puede generar su propio personaje y compartirlo con el resto.

¿Arte, sátira o simple memética?

El fenómeno ha abierto debates en el mundo del arte digital. Algunos lo ven como una extensión lógica del surrealismo contemporáneo en la era de la IA. Otros lo critican por su banalidad, tachándolo de “basura estética”. En cualquier caso, su capacidad para movilizar creatividad colectiva es innegable.

En plataformas como X (antes Twitter) y Discord han surgido comunidades que crean “familias” de personajes brainrot, desarrollan sus propias óperas imaginarias e incluso lanzan videojuegos estilo RPG protagonizados por estas entidades absurdas.

¿Tiene futuro o es una moda pasajera?

Como toda tendencia viral, su permanencia es incierta. Pero su capacidad de adaptación (al humor, a la publicidad, al arte digital) sugiere que su espíritu podría perdurar bajo otras formas.

Más que una simple moda, el brainrot italiano es un espejo deformante de nuestra relación con la tecnología, el contenido y el lenguaje. En un mundo cada vez más saturado de estímulos, a veces lo único que queda es reírse... en italiano.