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San Isidro bajo control: Policía Municipal agradece "la actitud ejemplar" de los ciudadanos en la Pradera

Policía Municipal de Madrid ha desplegado 2.100 agentes en las fiestas de San Isidro para garantizar la seguridad en puntos clave como la Pradera. Caballería, drones, unidades especiales y perros han formado parte del operativo. La comisaria integral del distrito de Carabanchel destaca la planificación previa y la actitud ejemplar de los ciudadanos

Son las diez de la mañana del 15 de mayo, festivo en Madrid. Miles de personas se irán dando cita en la Pradera de San Isidro para festejar el día grande del patrón de la ciudad. La zona, a esas horas, está relativamente tranquila, pero ya comienzan a escucharse algunos chotis, y chulapos y chulapas, con claveles rojos y mantones de manila, comienzan a configurar el paisaje de la Pradera.

Entre ellos, integrados en ese paisaje pero con otros cometidos, se encuentran los efectivos de Policía Municipal de Madrid que, durante las fiestas de San Isidro, han desplegado 2.100 agentes para garantizar la seguridad de tantas y tantas personas que han disfrutado de esta festividad tan castiza y popular en distintos puntos de la capital: la Pradera de San Isidro, las Vistillas, la Plaza Mayor...

Pero el 15 de mayo la Pradera es un punto neurálgico. Y a esa hora, poco después de las diez de la mañana, el dispositivo de seguridad de Policía Municipal ya está preparado. Al mando, la comisaria María del Mar González, jefa de la Comisaría Integral del Distrito de Carabanchel, barrio situado al sur de Madrid y en el que se encuentra la Pradera.

"Los ciudadanos han tenido una actitud ejemplar"

A falta de que a media noche, con los fuegos artificiales que ponen fin a las fiestas, se disuelva este dispositivo especial, la comisaria González nos cuenta que no ha habido incidentes de gravedad y que quiere enviar un mensaje de "gratitud" a todas las personas que han pasado por la Pradera.

"Quisiera dar las gracias desde Policía Municipal y desde la Comisaría Integral del Distrito de Carabanchel a todos los ciudadanos que se han acercado a la Pradera, porque han tenido una actitud ejemplar". Y lo dice de verdad, sin artificios ni palabras huecas. Está orgullosa, especialmente "de los carabancheleros", y también de su equipo, por el gran trabajo que han realizado. 

La comisaria González coordinando el dispositivo con el Escuadrón de Caballería
La comisaria González coordinando el dispositivo con el Escuadrón de Caballería

Hablamos con ella en el puesto de mando avanzado, que se ha situado junto la Ermita. Desde allí se coordina y dirige el dispositivo. Vemos también a efectivos de la Policía Nacional. "La integración y la colaboración con ellos ha sido muy positiva", asegura. Porque, aunque las competencias son principalmente de Policía Municipal, la coordinación con agentes de otros Cuerpos, y también con los servicios de emergencias, "es fundamental" en situaciones en las que se producen grandes concentraciones de personas.

Drones, perros, caballos... un gran despliegue para San Isidro

Caminando por la Pradera nos vamos acercando a las diferentes unidades desplegadas en todos los puntos de este espacio verde que apetece disfrutar, y más en días como el del patrón de Madrid... aunque según van avanzando los minutos, las horas, andar se hace más dificultoso. A las 13:00h se celebra la misa, con autoridades y oficiada por el arzobispo de Madrid, y la Pradera se va llenando de fieles, de simples espectadores, de paseantes... de gentes de todas partes y de todas las edades que no quieren perderse el día central de las fiestas de la capital.

La Sección de Apoyo Aéreo ha desplegado con sus drones y sistemas antidrón para, desde el aire, proporcionar información a las unidades que están sobre el terreno. La Sección Canina aporta sus perros, expertos en rescate, detección de drogas, etc. Uno de ellos, Chule, a sus dos años ya está comenzando a servir en las filas de Policía Municipal de Madrid. Es el protagonista indiscutible del despliegue. Sobre todo para los amantes de los canes. Los niños se acercan y Chule, dócil y juguetón, se deja querer.

Chule, uno de los perros policía de la Sección Canina
Chule, uno de los perros policía de la Sección Canina

El Escuadrón de Caballería también hace las delicias de muchos de los chulapos y chulapas que se encuentran en la Pradera. Los caballos son fotografiados, mientras los agentes permanecen atentos para cumplir con su misión. También nos paramos con los efectivos de la Comisaría Central de Seguridad (los CCS), que son los que habitualmente patrullan por las calles de Madrid en tareas de seguridad ciudadana.

Y en la Pradera vemos, según continuamos avanzando por sus diferentes espacios, a efectivos de SIES, la Sección de Inspección y Evaluación de Servicios, que son los encargados de inspeccionar y velar porque se cumpla la normativa vigente en todas las instalaciones.

Unos pasos más adelante están los policías motorizados de la Comisaría Integral del Distrito de Carabanchel con sus vehículos de dos ruedas para poder llegar con mayor rapidez a cualquier incidencia que se produzca en la Pradera, y agentes de la Comisaría de Medioambiente, para, entre otras funciones, velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales en materia de residuos.

Agentes motorizados del distrito de Carabanchel
Agentes motorizados del distrito de Carabanchel

Los madrileños y madrileñas, en buenas manos

Sobra decir que un dispositivo así no se planifica de un día para otro, y así lo pone de manifiesto la comisaria María del Mar González, que lleva semanas trabajando en ello. "Es un despliegue de recursos importante, tanto de medios materiales como humanos", por lo que, aunque el dispositivo especial comenzó el 3 de mayo, desde un mes antes ya estaba todo preparado.

A tan sólo unas horas de que concluyan las fiestas, y mientras los efectivos de Policía Municipal de Madrid reciben a cada paso el agradecimiento de los madrileños, que ya desbordan la Pradera y el Parque de San Isidro, nos despedimos de los agentes y de la comisaria González. Después de los fuegos artificiales, ellos, ellas, podrán irse a casa con la satisfacción del deber cumplido. Y quienes hemos pasado por la Pradera, descansaremos tranquilos sabiendo que estamos en buenas manos.