La Policía norirlandesa pide ayuda al Ejército contra los disidentes del IRA
El Ejército británico puso fin en agosto del 2007 a sus operaciones en Irlanda del Norte, donde llegó en 1969 para apoyar a la Policía ante el aumento de la violencia por los enfrentamientos entre católicos y protestantes, una situación que duró más de treinta años. Con la retirada del Ejército, la agencia de contraespionaje británica MI5, que se ocupa de los asuntos de seguridad nacional, tomó las riendas de los servicios secretos de la región, relevando en esas tareas al PSNI para unificar la recolección de información y mejorar, así, la respuesta del Reino Unido ante la amenaza del terrorismo internacional.
Según declaró Orde, la presencia ahora de especialistas militares en Irlanda del Norte responde a la necesidad de incrementar "la capacidad técnica" de la Policía, aunque precisó que aquellos no tendrán papel operativo alguno. El máximo responsable de la PSNI insistió en que no hay planes para desplegar de nuevo un contingente militar en la provincia que acompañe a las fuerzas del orden en sus actividades diarias.
Orde recalcó que la medida cumple con las reglas establecidas en el acuerdo de paz de Saint Andrews (2006), el texto que sentó las bases para la formación del actual Gobierno de poder compartido entre católicos y protestantes.
Creciente amenaza
"Durante los últimos siete o nueve meses he afirmado que la amenaza estaba creciendo. Ésta es muy específica, los llamados terroristas disidentes republicanos están dispuestos a asesinar a agentes de policía", explicó Orde a la cadena británica BBC. "Desde el pasado noviembre -abundó- ha habido 15 ataques, desde tiroteos hasta bombas trampa en coches, pasando por minas antipersonales y un coche bomba con más de 100 kilos de explosivos el pasado mes".
No obstante, el regreso del Ejército británico ha creado "preocupación" en las filas del moderado y católico Partido Socialdemócrata y laborista (SDLP), cuarta formación de la provincia.