Fallos críticos tras el apagón obligan a Portugal a renovar su sistema de emergencias
El Ejecutivo luso ha creado un grupo de trabajo urgente para sustituir el sistema de comunicación de emergencias, tras confirmar fallos críticos durante el reciente colapso eléctrico en la península

Portugal ha decidido dar un giro definitivo a su sistema de comunicaciones de emergencia. El Gobierno encabezado por Luís Montenegro ha puesto en marcha un grupo de trabajo con el objetivo de sustituir de forma “urgente” el actual Sistema Integrado de Redes de Emergencia y Seguridad (SIRESP), tras los fallos registrados durante el apagón que afectó esta semana a la península ibérica.
La decisión se produce tras detectar, una vez más, deficiencias graves en un sistema que ya había sido objeto de duras críticas en el pasado, especialmente tras los devastadores incendios forestales de 2017. Entonces, SIRESP fue duramente cuestionado por su incapacidad para garantizar comunicaciones fluidas en situaciones de alta presión operativa. Ahora, vuelve a situarse en el centro de la polémica.
El Ejecutivo exige soluciones en tres meses
En una declaración conjunta, los ministerios de Administración Interna e Infraestructuras subrayaron que el sistema presenta “limitaciones estructurales en escenarios de elevada exigencia operativa”. La televisión pública RTP difundió el comunicado en el que se reconoce la necesidad inmediata de una revisión integral.
El Ejecutivo luso ha fijado un plazo máximo de tres meses para que el grupo de trabajo entregue un informe que contemple la sustitución del sistema actual por una solución “más robusta, fiable, resiliente e interoperable”. La prioridad es garantizar que los servicios de emergencia dispongan de canales de comunicación seguros y eficientes, especialmente ante eventos inesperados como apagones generalizados o catástrofes naturales.
Las autoridades investigan lo ocurrido el lunes
La revisión del SIRESP no es la única respuesta institucional al colapso eléctrico vivido esta semana. El Ministerio de Infraestructuras ordenó el pasado jueves a varios organismos técnicos del Estado —entre ellos, la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC), la Autoridad Nacional de Comunicaciones (Anacom) y el Instituto de Movilidad y de los Transportes (IMT)— la elaboración de un análisis exhaustivo sobre las causas y consecuencias del apagón.
Estas investigaciones pretenden aclarar lo ocurrido y prevenir futuras disrupciones en infraestructuras clave. Las autoridades portuguesas buscan así reforzar la resiliencia del país ante posibles vulnerabilidades en los sistemas de suministro y comunicación.
Una infraestructura clave para emergencias
El SIRESP nació con la intención de centralizar las comunicaciones entre distintos cuerpos de seguridad y emergencia en momentos críticos. Sin embargo, los repetidos fallos, especialmente en situaciones de estrés operativo elevado, han puesto en entredicho su fiabilidad.
En palabras del Gobierno, las comunicaciones de emergencia representan una “relevancia estratégica” para la seguridad del país. De ahí la urgencia de reemplazar el actual modelo por uno capaz de adaptarse a las exigencias de un entorno tecnológico cambiante y a la necesidad de respuestas ágiles en tiempos de crisis.
El paso dado por el Gobierno portugués marca un antes y un después en la gestión de emergencias del país. Con la sustitución del SIRESP sobre la mesa y diversas auditorías en curso, Lisboa se propone blindar sus sistemas ante fallos críticos y garantizar que, en el futuro, ninguna emergencia quede sin respuesta por culpa de un canal de comunicación ineficaz.