Trump firma un nuevo veto migratorio que restringe la entrada desde 19 países

La decisión llega días después del ataque con lanzallamas perpetrado en Colorado por un individuo de origen egipcio durante una manifestación en apoyo a los rehenes israelíes retenidos por Hamás.
Según detalló la Casa Blanca en un comunicado, la medida entrará en vigor el próximo 9 de junio. Doce países enfrentan una prohibición total de entrada: Afganistán, Myanmar, Chad, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. A ellos se suman otras siete naciones que sufrirán restricciones parciales: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
“Una promesa cumplida”, según la Casa Blanca
La administración estadounidense justifica la medida alegando fallos graves en los sistemas de verificación de antecedentes de estos países y su escasa cooperación en el intercambio de información con agencias estadounidenses. Además, señala la “alta tasa de permanencia irregular” de los nacionales de esos territorios como otro de los factores determinantes.
President Trump is fulfilling his promise to protect Americans from dangerous foreign actors that want to come to our country and cause us harm.
— Abigail Jackson (@ATJackson47) June 4, 2025
These commonsense restrictions are country-specific and include places that lack proper vetting, exhibit high visa overstay rates, or… https://t.co/rr9jgBOzvt
“El presidente Trump está cumpliendo su compromiso de proteger a los ciudadanos estadounidenses frente a amenazas externas”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, a través de su cuenta oficial en X. La orden ejecutiva contempla excepciones específicas, como titulares de visados válidos, residentes permanentes legales y personas cuya entrada sea considerada de interés nacional.
Esta nueva orden revive una de las medidas más controvertidas del primer mandato de Trump. En 2017, su Gobierno impuso una prohibición similar a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, una medida que generó una oleada de protestas y fue objeto de múltiples desafíos legales hasta que fue avalada por el Tribunal Supremo en 2018.
Aquella política fue derogada en 2021 por el entonces presidente Joe Biden, quien calificó el veto de “discriminatorio” y “una mancha en la conciencia nacional”.
El nuevo veto se produce en un contexto político y social caldeado. El reciente ataque en Colorado, que dejó varios heridos, ha reavivado los temores sobre la seguridad nacional y ha servido como catalizador para retomar las medidas migratorias restrictivas. Aunque el agresor tenía vínculos con Egipto —país que no figura en la lista—, la Casa Blanca ha ampliado el criterio de riesgo a estados considerados inestables o poco cooperativos.
Desde la oposición demócrata y diversas organizaciones de derechos civiles ya se han alzado voces críticas que denuncian la arbitrariedad de la medida y temen una nueva oleada de discriminación contra ciudadanos de determinadas regiones del mundo.
A medida que se acerca la fecha de entrada en vigor, varios gobiernos afectados estudian cómo responder diplomáticamente ante una decisión que, una vez más, vuelve a tensar las relaciones internacionales de Estados Unidos.